
Entre la larga -y creciente- lista de afectados por fraudes y desplomes en criptomonedas, ya están apareciendo numerosas personas dispuestas a ir a los tribunales. Este viernes, Coinbase ha recibido una denuncia de antiguos clientes por su papel en la promoción y comercialización de una 'stablecoin' que era cualquier cosa menos estable.
En la denuncia colectiva, presentada en un tribunal en el norte de California, los afectados acusan a la plataforma de comercio de activos digitales y el emisor del token GYEN -una 'stablecoin' supuestamente atada a la moneda japonesa- ????de engañar a los inversores acerca de su estabilidad, cuya ausencia provocó pérdidas de millones de dólares. "Los inversores compraron creyendo que el valor de la moneda era, como se anunciaba, igual al yen, pero las fichas que estaban comprando valían hasta siete veces más que el yen", según la denuncia. "Y un día, de repente, el valor del GYEN volvió a caer hasta el del yen, dejando pérdidas de un 80% en un día".
Acto seguido, Coinbase congeló el comercio de la moneda, lo que "agravó el daño al restringir la capacidad de muchos clientes para vender el activo" mientras su precio se despeñaba, según alegaron los inversores. Como resultado, los compradores de GYEN "perdieron colectivamente millones de dólares en cuestión de horas", afirmaron.
'Estrés e indignación'
Las llamadas 'stablecoins' son criptomonedas cuyo valor está -teóricamente- atado al de un activo real, normalmente el dólar o alguna otra gran moneda. Sus emisores suelen asegurar que tienen una cantidad de activos líquidos equivalente al de todas las fichas emitidas, para que los compradores puedan recuperar su dinero cuando quieran, aunque no todas presentan auditorías ni permiten a sus tenedores deshacerse de las fichas tan fácilmente.
En este caso GYEN, emitido por la firma GMO-Z.com Trust, con sede en Tokio, supuestamente tenía su valor vinculado al yen japonés. Pero en noviembre, cuando Coinbase comenzó a operar con GYEN, "el activo se desvinculó inmediatamente del yen", según la demanda, ya que la moneda no estaba diseñada para autorregularse y el aumento de la demanda hizo crecer su precio como el de cualquier otro activo.
Debido a "la omisión del hecho de que GYEN no fue diseñado para mantener un valor vinculado al yen, y la restricción de Coinbase que prohibía a los inversores liquidar su GYEN a medida que se desplomaba, varios cientos de compradores perdieron grandes sumas, hasta cientos de miles de dólares en apenas unas pocas horas, causándoles dolor, ansiedad, estrés e indignación", según los inversores, que piden daños.
Las 'stablecoins', y en particular la más grande, Tether, han atraído un escrutinio cada vez mayor por parte de reguladores y bancos centrales, por el riesgo que podrían representar no solo para los usuarios de criptomonedas sino también para el sistema financiero mundial. Las agencias financieras de EEUU ya están estudiando imponer una regulación estricta sobre su uso. Las preocupaciones no han hecho más que crecer tras la explosión de TerraUSD, un criptochiringuito edificado sobre una 'stablecoin' que se debería haber sostenido por sí misma.
La demanda llega un día después de que las acciones y los bonos de Coinbase marcaran nuevos mínimos, lo que indica el escepticismo de los inversores sobre las perspectivas de las casas de cambio de criptomonedas en medio un mercado bajista, aunque este viernes están rebotando un 18%.