
Esta semana, la Reserva Federal estadounidense (Fed) ha confirmado algo que no pasaba desde hace dos décadas: una subida de tipos de interés de 50 puntos básicos, el doble del incremento habitual. Un hecho que ya había sido descontado, antes de lo sucedido, por los mercados globales, aunque había quienes temían que esta subida fuera aún mayor, hasta los 75 puntos básicos.
Que la organización que preside Jerome Powell siguiera con el guion esperado puede haber tenido que ver con que las principales bolsas de este lado del continente no cerraran la jornada de ayer con dramáticas pérdidas. Aun así, el nerviosismo empezó a hacerse notar a lo largo de la jornada, ya que el mercado del Viejo Continente arrancó –y aguantó la gran parte del día– con las bolsas teñidas de verde,y al final terminaron con pérdidas de 0,8% para el EuroStoxx.
No pasó lo mismo en Wall Street, donde los movimientos del organismo americano fueron recibidos con subidas en un primer momento, pero donde la euforia duró poco tiempo. A pesar de que el miércoles –día del anuncio de la subida de tipos de la Fed– el S&P 500 terminara avanzando un 2,9% en el parqué, en la jornada de ayer se perdió lo ganado, con este termómetro dejándose un 3,5% y el Nasdaq 100 un 5,2%, con datos a media sesión.
Por análisis técnico, Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, avanza que "es cuestión de tiempo que veamos al S&P 500 ir a buscar apoyo a la zona de los 3.820 puntos, cuyo alcance supondría una corrección del 38,20% de Fibonacci de toda la subida desde los mínimos de marzo de 2020 (zona de compra), que sería el soporte análogo a los 13.000 puntos del Nasdaq 100", remata.
"Los inversores pueden respirar aliviados por el hecho de que la medida no haya sido más agresiva, ya que algunos de los miembros más hawkish (conocidos como halcones en español) de la Fed habían insinuado una subida de 75 puntos básicos durante las últimas semanas", explica Brian O'Reilly, de Mediolanum International Funds Limited, y añade que, "con la inflación ya en el 8,5%, y sin que se vislumbre el fin de la subida de precios, Jerome Powell tiene la difícil tarea de convencer al mercado de que puede controlar la inflación y garantizar un aterrizaje suave, sin desencadenar una recesión", remata. Y es que, pese a que el trabajo de los bancos centrales es intentar controlar la subida generalizada de los precios, también procuran equilibrar la balanza para que la aceleración en el proceso de normalización no se traduzca en un frenazo en el crecimiento económico.
La subida deja los tipos de interés en la horquilla del 0,75%-1%. Así, tras conocerse esta decisión, el mercado, que venía descontando un total de 12 subidas de tipos en 2022, pasa a poner en precio 11 subidas de 25 puntos básicos cada una, esperando que los tipos terminen el año en el entorno del 3%.
El traspaso a los bonos
La subida de los tipos de interés está siendo rápida, pero los inversores esperan que no vayan mucho más allá del 3% este año. Un nivel inferior al que había en la etapa de la crisis de Lehman, cuando se mantenían en el 5,25%, unas condiciones financieras más restrictivas. Sin embargo, este alza también puede generar un traspaso de la renta variable a la renta fija.
Así, teniendo en cuenta que las decisiones de la Fed influyen directamente en el mercado de la renta fija, el bono americano consiguió traspasar ayer la frontera del 3% (es decir, que el inversor perdería un 1,4% en el día por precio), un entorno que había llegado a superar en las últimas sesiones y que no había alcanzaba desde 2018. Por su parte, el bund alemán, de referencia en Europa, pasó también el esperado 1% y cerró en el entorno del 1,04%, máximos de 2014.
En el mercado de divisas también se percibieron estos movimientos. Aunque el euro llegó a recuperarse por encima de 1,06 dólares tras la reunión de la Fed, este jueves regresaba al nivel de los 1,052 dólares.