Tras el debate electoral en el que participaron el miércoles Marine Le Pen y Emmanuel Macron -en vísperas de los comicios del domingo-, la candidata de Rassemblement National apareció "normalizada", según resaltaron algunos contertulios que comentaban el encuentro en la televisión francesa. Se referían a que la candidata se mostró más contenida y menos extremista en sus posturas que de costumbre, algo que le ha servido para aglutinar a la derecha en torno a su proyecto (obtuvo un 23% del voto durante la primera vuelta frente al 27,8% de Macron).
Ahora, a dos días de la segunda vuelta, el mundo se pregunta si Le Pen podría ganar las elecciones y convertirse en la primera presidenta del país; pero no es lo que indican los sondeos. Emmanuel Macron, presidente saliente y candidato de La République en Marche, cuenta con una estimación de voto del 56% frente al 44% de su contrincante, según el modelo predictivo basado en encuestas que publica The Economist.
La bolsa también parece apuntar a que el ganador será Macron. El Cac 40, índice de referencia de la bolsa francesa, subió este jueves alrededor de un 1,4%. De hecho, en lo que llevamos de abril el selectivo francés ha subido un 1%, lo que muestra la tranquilidad de los inversores ante el resultado electoral. En la sesión del jueves, el Dax alemán repuntó un 1% y el Ibex 35 también avanzó un 0,5%.
"Una victoria de Macron sería buena para los mercados y los inversores probablemente están empezando a poner en precio su victoria", dijo Michel Keusch, gestor de fondos de inversión en Bellevue Asset Management, en unas declaraciones recogidas por Bloomberg.
Entre las acciones que más subieron en bolsa se encuentran Compagnie de Saint Gobain, Alstom, Legrand y Safran (más de un 4%), así como Renault, Unibail-Rodamco-Westfield, ArcelorMittal y Schneider Electric (más de un 3%).
Según Bloomberg, las empresas de la industria militar han estado en el punto de mira: "aunque Le Pen quiere aumentar el gasto en defensa, apoyó abiertamente a Vladimir Putin en el pasado y prometió sacar a Francia del mando militar de la OTAN". Además, señalan, en el sector del lujo preocuparía que Le Pen impusiese aranceles similares a los de Trump y crease un entorno empresarial menos favorable para los grandes ingresos de firmas como LVMH o Kering, frente al respaldo que obtienen de las políticas impulsadas por Macron.
Hay que tener en cuenta que el Cac 40 estableció el 5 de enero un máximo histórico en los 7.376,37 puntos y ha corregido casi un 10% desde entonces. Está por ver si los inversores están a la espera de que el actual presidente galo renueve su mandato para incrementar las compras y poner al índice en positivo este año.
"Los mercados financieros son más optimistas sobre las elecciones presidenciales francesas que hace cinco años, aunque los riesgos políticos son ahora mayores, independientemente del resultado de la segunda vuelta del domingo por la noche", publicaba esta semana en su web la cadena de televisión BFM.
"La gran diferencia esta vez es que Le Pen ha atenuado su retórica anti-UE y anti-euro, que tanto asustó a los mercados la última vez", manifestaba Mike Riddell, jefe de macro de renta fija de Allianz Global Investors en Londres, en unas declaraciones recogidas por BFM.
Aunque parece poco probable una victoria de Le Pen, varios bancos de inversión han optado por prevenir antes que curar. "Citigroup ha recomendado a los inversores que vendan bonos del estado francés a ocho años y que compren el valor austríaco equivalente, para cubrirse así de una posible victoria de la candidata de la ultraderecha francesa", recogen en BSmarkets.com, el bróker digital de Banco Sabadell.
Asimismo, en Amundi se muestran "cautelosos" con respecto a la renta variable europea y el euro, favoreciendo, en cambio, las acciones de empresas estadounidenses de alta calidad y valores baratos. Y Stephane Monier, director de inversiones de Lombard Odier, ha aconsejado a los inversores preocupados por una victoria de Le Pen que reduzcan sus participaciones en euros en favor del dólar. Si Macron es derrotado en las urnas, en Barclays prevén un descenso del 5% en los mercados de renta variable, aunque señalan que no ven "ninguna razón para entrar en pánico".