
Ayer las bolsas europeas perdieron los soportes y, con ellos, pusieron fin al rebote de las últimas semanas, algo que ha venido de la mano de la pérdida de esperanza en que haya un acuerdo y un alto el fuego en Ucrania. Hoy los futuros apuntan a otra jornada de pérdidas en renta variable.
Desde el punto de vista técnico, "ayer las caídas generalizadas hicieron que el EuroStoxx 50 perdiera soportes que presentaba en los 3.887 puntos, lo que permite que podamos ver en base diaria máximos y mínimos relativos decrecientes, algo que es una clara señal de debilidad que advierte de la probable conclusión del rebote de las últimas semanas, algo que es una clara señal de debilidad que advierte de la probable conclusión del rebote de las últimas semanas y del comienzo de una caída que podría servir para desandar gran parte de ese rebote, siendo el primer soporte a valorar los 3.780 puntos y el siguiente en la zona de los 3.600/3.630 puntos", explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.
"La pérdida de los 3.887 puntos aleja la posibilidad de ver un nuevo ataque a la zona de resistencia clave de los 4.000/4.050 puntos, cuya superación es vital para que podamos confiar en el éxito del proceso de reconstrucción alcista que desarrollan los índices del Viejo Continente desde los mínimos que marcaron el pasado 7 de marzo", concluye el experto.
La Fed reducirá su balance
Anoche se publicaron las actas de la última reunión de la Reserva Federal y lo más destacado en ellas, más allá de que abren la posibilidad de acelerar la subida de tipos con incrementos de 50 puntos básicos en las próximas reuniones, fue que anticipan que van a comenzar a reducir el balance de activos que tienen en su haber y podrían hacerlo a un ritmo de 95.000 millones de dólares al mes.
Pese a esto, ayer hubo compras del bono americano a 10 años y hoy los futuros europeos anticipan lo mismo, haciendo de refugio para los inversores que salen de las bolsas y que ya encuentran niveles atractivos en la renta fija soberana.
El crudo se queda en los 102 dólares
Ayer Biden y sus aliados anunciaron su plan de introducir hasta 240 millones de barriles en el mercado con el objetivo de relajar la tensión que están provocando los altos precios del petróleo, y tuvo un efecto casi inmediato en ellos, con una caída de más del 5% en el barril de Brent, que se quedó en la zona de los 101 dólares, aunque hoy rebota hasta superar los 102 dólares.