
Son los llamados NLAW, Javelin o Stinger, misiles que se han convertido en la principal arma de los ucranianos para detener el avance de los carros de combate que ha enviado Vladímir Putin. La industria militar trabaja a pleno rendimiento y la cotización en bolsa de los mayores fabricantes de armas sube con fuerza en las últimas dos semanas.
Belfast, ciudad discreta de la Irlanda británica, es conocida por haber dado a luz en sus astilleros al HMS Titanic y, últimamente, por el homenaje cinematográfico que le ha dedicado Kenneth Branagh. Sin embargo, también empieza a ser conocida por su papel en la guerra de Ucrania, a pesar de los 2.700 kilómetros que la separan de ese país.
De las instalaciones que la firma francesa Thales Air Defence tiene en Belfast habrían salido algunos de los misiles llamados antitanque que soldados y civiles cargan a hombros para disparar a los carros de combate rusos. Se trata del Arma Ligera Antitanque de Nueva Generación (NLAW por sus siglas en inglés).
Según recoge el diario norirlandés The Irish News, sería "la versión moderna de la bazuka de la Segunda Guerra Mundial", en palabras de Tim Ripley, experto en la industria militar, quien declaró a BBC Radio Ulster el 28 de febrero que 2.000 de esos NLAW habrían llegado a Ucrania procedentes del Reino Unido.
¿Y para que sirve un arma como esta? "Los tanques rusos tienen una gran cantidad de blindaje extra grueso alrededor de los frentes y los lados, por lo que ser capaz de atacar el débil blindaje superior es una nueva característica que está demostrando ser bastante eficaz", explicaba Ripley a la radio británica.
En su producción, Thales no está solo, sino que cuenta con la compañía sueca Saab para su diseño y desarrollo tecnológico: una empresa conjunta anglosueca que echó a andar en torno a 2002. "El sistema, ininflamable y transportable por el hombre, puede ser desplegado en unos cinco segundos por un solo soldado, de día o de noche -indica la empresa escandinava en su página web-. Con un alcance de combate de 20-800 m y una sola carga de forma, el NLAW es la mejor arma antitanque para la infantería y las tropas desmontadas en terrenos complejos".
No obstante, otro diario de Irlanda del Norte, en este caso The News Letter, ponía en cuestión a finales de febrero que estos lanzamisiles aún se fabricasen en la capital del Ulster. "La factoría de misiles de Thales en el este de Belfast los ha construido definitivamente en los últimos años, aunque nadie de Thales, el Ministerio de Defensa o [el sindicato] Unite the Union pudo decir si la producción del arma continúa todavía en la factoría de la ciudad hasta el día de hoy", señalaba el periódico.
Asimismo, el diario recordaba que Görgen Johansson, exdirectivo de Saab Dynamics, había afirmado en 2017 que la compañía sueca "había estado considerando lugares alternativos para fabricar el arma". Un arma que utilizan los ejércitos británico y sueco, que pesa en torno a 12,5 kilos, cuyo misil es de 150 milímetros y tiene una carga explosiva de 1,8 kilos.
El pasado 17 de enero, Ben Wallace, Secretario de Estado para la Defensa del Reino Unido, anunció en la Cámara de los Comunes que el Gobierno de Su Majestad iba a "proporcionar un nuevo paquete de ayuda a la seguridad para aumentar las capacidades defensivas de Ucrania". Y según escribió Illia Ponomarenko, reportero del diario en lengua inglesa The Kiev Independent, "en la noche del 17 de enero, dos aviones de transporte Boeing C-17 Globemaster de la Royal Air Force fueron vistos con destino a Kiev -y presumiblemente llevando la ayuda prometida-".
Lanzamisiles americanos
La industria militar está viviendo su particular temporada alta, y los inversores se han lanzado en masa a comprar acciones de los principales productores de armamento. Los títulos de Thales han subido un 36% en bolsa desde la invasión rusa del 24 de febrero; las acciones de Lockheed Martin han repuntado un 21%; las de BAE Systems, un 19%; las de General Dynamics, un 16%, y las de Raytheon, un 9% en el mismo periodo.
"Estados Unidos y sus aliados están enviando armas, como los misiles antitanque Javelin, fabricados por una empresa conjunta de Raytheon Technologies y Lockheed Martin. Raytheon también fabrica los misiles antiaéreos Stinger que se están suministrando a Ucrania", publicó The Wall Street Journal el 1 de marzo. Desde el diario de la familia Murdoch añadieron que "la producción de misiles ha aumentado en los últimos dos años para reponer las existencias en Estados Unidos y satisfacer la demanda en el extranjero".
El Javelin es un arma de medio alcance que puede disparar eficazmente hasta 2.500 metros y es utilizada por pelotones especializados en antitanque, explican en la web de Forces, medio especializado en las fuerzas armadas británicas y la industria militar. Según apuntan, harían falta dos personas para utilizar este lanzamisil, uno como tirador y otro como cargador del misil HEAT, de 127 milímetros.
"En enero, Estados Unidos entregó 200 millones de dólares en armas a Ucrania, incluyendo 300 Javelin", informa Nikkei Asia en un artículo del 2 de marzo. "Durante el mandato del presidente Barack Obama -añade el medio japonés-, Estados Unidos no suministró Javelin a Ucrania cuando Rusia se anexionó Crimea en 2014; pero con el presidente Donald Trump, Washington cambió de rumbo y decidió equipar a Ucrania con las armas".