Los contratos de futuros del gas natural negociados en la plataforma holandesa TTF han alcanzado momentáneamente este miércoles subidas del 60% y una cotización récord de 194,72 euros el megavatio hora (MWh), en el marco de la volatilidad de los precios energéticos que se están registrado como consecuencia de la invasión de Rusia en Ucrania.
El pico de 194,72 euros se ha alcanzado a primera hora de la mañana, aunque desde entonces la cotización de los futuros de gas natural ha retrocedido ligeramente hasta el entorno de los 160-170 euros el MWh. La cotización mayorista del gas en TTF no alcanzaba estos niveles de precios desde el mes de diciembre, cuando se superaron ligeramente los 180 euros por MWh.

De su lado, el precio del barril de Brent, de referencia para Europa, ha continuado su escalada hasta tocar los 113 dólares. A su vez, el barril West Texas Intermediate (WTI) ha avanzado un 4,78%, hasta los 108,35 dólares.
Los temores sobre la oferta de gas se han visto agravados por la intención de los operadores de evitar la exposición a Gazprom, actor clave del mercado ruso. La empresa ha llegado a caer hasta un 96% en la bolsa de Londres. Además, existe el riesgo de que las empresas empiecen a deshacer los contratos previamente acordados o de que las cámaras de compensación decidan dejar de hacer negocios con la empresa rusa, liquidando sus posiciones, informa Bloomberg. La italiana Eni quiere romper su colaboración desde 1999 con el gigante energético ruso.
La interrupción de las operaciones con Gazprom podría provocar sacudir aún más el mercado energético. La unidad minorista de la empresa suministró gas a más de 177.000 instalaciones industriales y comerciales en el Reino Unido en 2020, según el informe anual de la comercializadora. También tenía acuerdos para enviar gas a usuarios finales en Francia y los Países Bajos.
La incertidumbre sobre el suministro también fomenta la volatilidad. Las interrupciones en el suministro de gas también podrían provenir de los daños a la infraestructura en Ucrania, pero el riesgo de que las sanciones se apliquen a la energía "sigue siendo una posibilidad real", conviene Kaushal Ramesh, analista senior de Rystad Energy.
Pero por ahora los flujos rusos continúan, e incluso han aumentado desde la invasión de Ucrania la semana pasada. Los envíos que llegan al punto de entrada clave en Europa, Velke Kapusany, en Eslovaquia, han recuperado los niveles normales y el gas fluyó hacia Alemania a través del gasoducto Yamal-Europa durante la noche, con más capacidad reservada para más tarde el miércoles.
Europa depende de Rusia para alrededor de un tercio de su gas, y cualquier interrupción podría mantener los precios altos durante más tiempo, dificultando la recarga de las instalaciones de almacenamiento durante el verano y prolongando la crisis energética. Los gobiernos de la región pretenden impulsar las importaciones de GNL, lo que les hace competir con los compradores asiáticos que también empezarán a reponer sus existencias a partir de marzo.