Aunque carecen de una bola de cristal, los analistas consultados ayer por elEconomista hicieron el esfuerzo de anticipar a este periódico cómo puede acabar el año el mercado, tras la convulsión causada este jueves por el estallido del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. En sus declaraciones, mucha cautela, mucha incertidumbre y muchos depende. El 64,3% de los expertos que participaron en este sondeo considera que las bolsas de Europa y Estados Unidos deberían ser capaces de recuperarse de este shock y despedir el año en positivo. Por contra, un 35,7% cree que será complicado que las bolsas logren salvar este ejercicio.
En la parte positiva de la balanza se sitúa José Herrera, analista de Banco BiG, que confía en que este año no veremos "un mercado bajista", pero aporta algunos matices: "Creo que lo hará mejor España que otras plazas como Alemania; y que lo hará mejor el value que el crecimiento, en un contexto de subida de tipos como el actual. En la medida en que, sobre todo en Estados Unidos, esa rotación sectorial prevista no afecte a las elevadas ponderaciones de los sectores de crecimiento, podríamos ver un año plano o con ligeras subidas; lo que ocurra entre medias, es otra historia", explica el experto.
Una visión que comparte Rosa Duce, Chief Investment Officer de Deutsche Bank España, que aunque con cautela, indica que aún es pronto para saber qué va a ocurrir en Ucrania, cree que "si miramos la historia, los acontecimientos geopolíticos suelen suponer correcciones puntuales, de mayor o menor virulencia, pero finalmente terminan remontando". En este sentido, Duce explica que "nuestro escenario base sigue siendo una economía mundial en crecimiento, y unos bancos centrales que irán retirando estímulos, pero que no subirán los tipos por encima de los niveles considerados como neutrales: del 2% en el caso de la Fed, y mucho más bajos en el caso de la zona euro", finaliza.
David Azcona, director de inversiones de Beka Finance Private Banking, también confía en la recuperación de las bolsas. "Seguimos centrados en el crecimiento y aunque sabemos que existen grandes dudas en torno a él, pensamos que es poco probable que entremos en recesión por las cuestiones geopolíticas que nos invaden en las últimas horas. Esperamos mayores impactos en la inflación, debido a los altos niveles de precios en materias primas, pero sin llegar a hacer descarrilar las economías", expresa el experto, que añade que "no éramos agresivos en las ganancias anuales esperadas para las bolsas a principio de año (+5% a nivel global) y seguimos viendo la posibilidad de que la solidez en balances de las compañías, la capacidad de generar beneficios en el largo plazo y la fortaleza global de la demanda permitan recuperar el camino tras la volatilidad que vivimos. Siempre recomendando diversificación en estilos dentro del mundo de renta variable", remata.
Para Miguel Ángel Paz, director del departamento de Inversiones de Unicorp, también hay esperanza, aunque esta está sujeta a muchos dependes. "Realmente creo que las caídas (salvo las de los dos últimos días) obedecen a una estimación de fuertes subidas de tipos de interés, que empieza a ser complicado que se produzcan en el contexto actual. Si hay actuaciones de los bancos centrales y, sobre todo, si se actúa para evitar que el petróleo siga desbocado, creemos que se puede revertir la situación actual. [...] Estamos aún en febrero, por lo que habría margen suficiente como para recuperar las pérdidas".
Recordando tiempos pasados, Mario Lafuente, socio director de atl Capital también apoya la idea de la recuperación. "Históricamente, en conflictos en los que existe un periodo previo de preguerra, la duración del enfrentamiento es corta y no hay una propagación geográfica del mismo, y los mercados acaban recuperándose en los meses siguientes. En esta ocasión, creemos que puede ocurrir lo mismo", desarrolla.
Por su parte, Victoria Torre, de Singular Bank, también opina que, si Rusia lo permite, las bolsas se recuperarán. "La renta variable debería tocar suelo, en un evento como el actual, teniendo en cuenta que este tipo de conflictos provocan movimientos limitados en el tiempo", asegura.
Si el conflicto geopolítico se mantiene en términos solo de Ucrania, Víctor Peiro, director de análisis de GVC Gaesco Valores, que ya esperaba una evolución moderada en las bolsas (entre el 5% y el 10%) cree que "la segunda parte del año puede ser mejor y que podríamos cerrar con una subida en el Ibex de alrededor de 5%".
Santiago García-Mussons, financial planner y analista de Argenta Patrimonios, no cree que los resultados empresariales a largo plazo vayan a verse muy afectados por la guerra entre Rusia y Ucrania. "Esperamos que los mercados se recuperen y se estabilicen para finales de año. Todavía es pronto, hay que ser prudentes y mantener la calma", completa.
Miguel Martín, de CMC Markets, defiende que, si el conflicto en Ucrania se resuelve pronto -pone el verano como fecha límite-, sí es muy probable que las bolsas se recuperen y para final de año veamos un cierre positivo. "En Europa, concretamente, hay buenas oportunidades de inversión en buenas compañías con sólidos fundamentales que están infravaloradas. También el escenario de subidas de tipos (presumiblemente a finales de año) beneficiará al sector bancario, que tiene bastante peso en los índices", argumenta.
Silvia García-Castaño, directora general de inversiones y productos de Tressis, cree además del conflicto bélico abierto, "sea cual sea el desenlace final, habrá consecuencias para los precios y el crecimiento económico, más evidente en los países protagonistas, los vecinos y en la Unión Europea". En este sentido, confirma que en Tressis mantienen la exposición "a los activos de riesgo y confiamos en el efecto que activos "seguros" en nuestras carteras como el dólar, la deuda pública con duración y la renta fija privada titulizada y la ligada a la inflación, nos ayuden a compensar estos movimientos tan bruscos".
Los menos optimistas
Pero no todos los expertos consultados por este medio se mostraron tan optimistas. Juan J. Fdez-Figares, director del departamento de análisis de Link Securities, piensa que sí puede ser un año negativo para las bolsas. "Es complicado aventurar qué va a pasar el resto del año, pero recuperar lo cedido ya va a costar. El escenario potencial de bajo crecimiento, alta inflación y tipos de interés más elevados puede complicar mucho el ejercicio a los mercados", desarrolla.
Una visión que comparte Jorge Lage, senior equity analyst de CM Capital Markets, que considera que 2022 "será un año bajista para Europa y para Wall Street". "Al arranque a la baja del ejercicio ante retirada de estímulos de bancos centrales se une el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que provocará una venta aún mayor en activos de riesgo que en algunos casos estaban cerca de máximos. Esperaría que los mínimos del ejercicio se vieran en este primer semestre para un segundo semestre en recuperación, aunque no para lograr un año en positivo", concluye.
Félix González, socio director general de Capitalia Familiar, puntualiza que, aunque es complicado saber qué pasará aún, "no descarto que a medida que nos acerquemos a la segunda mitad del año y, en el transcurso de ese segundo semestre, los mercados puedan empezar a recuperarse de la mano de un tono y actitud menos beligerantes de parte de los bancos centrales en general, y de la Reserva Federal en particular". No obstante, González "duda mucho" que vayan a recuperar los máximos recientes en un futuro relativamente próximo. "Con relación a los máximos de comienzos de este año, mi opinión es que los mercados cerrarán el año con pérdidas con relación a dichos máximos", finaliza.
El analista de XTB Joaquín Robles expresa que, aunque es difícil establecer un pronóstico con el panorama actual, "con la situación actual de posibles interrupciones en el suministro de materias primas energéticas, alza en los precios y mayores presiones de inflación es complicado ser positivo en renta variables, pero todavía estamos en el segundo mes de año.
Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum, cierra el círculo de los que no creen en la recuperación. "La implementación de las medidas sancionadoras por parte de Occidente va a ser inflacionista, con un aumento en el precio de la energía, la alimentación humana y animal y en otras materias primas, lo cual es un inconveniente notable ya que, salvo en Japón y China, las inflaciones de la mayor parte de los países en la actualidad están disparadas". Por lo tanto, piensa que, a nivel mundial, asistiremos a una "disminución del crecimiento, pero no tiene por qué producirse una crisis. Desde unas previsiones del 4,4% de crecimiento para 2022, se crecerá a niveles inferiores", remata.
