
Cuando se habla de Grifols en bolsa la mayoría de las ocasiones se olvida que no solo cotiza una acción sino dos. Desde junio de 2011 en el parqué se pueden encontrar acciones con derecho a voto, que son las clásicas, y acciones sin el mismo derecho, también conocidas como su clase B, que siempre han tendido a comprarse con descuento al no contar con el privilegio de votar.
En lo que va de año, la segunda opción de Grifols está batiendo a la primera y de hecho consigue mantenerse en positivo desde el inicio del curso, en contraposición de lo que hace la acción clásica, que ha perdido más de un 7% de su valor en este periodo. No es algo habitual ya que si nos remontamos al pasado, desde que cotizan las dos de forma paralela, la clase A le saca 85 puntos porcentuales de rentabilidad a la segunda, que asciende en estos 10 años y medio un 90%.
Sobre la compañía han pesado dos factores de forma paralela en los últimos meses. Por un lado, su negocio se ha visto golpeado por el Covid. "Grifols es la farma española más expuesta a un recrudecimiento del Covid-19 y esperábamos que un empeoramiento del sentimiento en este sentido impactase sobre su cotización", explican desde Bankinter. Y, por otro, en septiembre formalizó la adquisición de su competidora alemana, Biotest, por 1.100 millones de euros, operación que elevó drásticamente su deuda.
Según el consenso de analistas que recoge FactSet, esta se elevará este año hasta superar los 6.900 millones de euros, lo que implica un apalancamiento de 4,55 veces, niveles altos en un momento en el que los bancos centrales van a comenzar a elevar los tipos de interés. Hay que recordar, además, que, con el objetivo de no quemar más caja, Grifols anunció en septiembre que suspende el pago de su dividendo, al menos, hasta 2023 y prometió que no realizará más operaciones de compra hasta que su endeudamiento se modere.
"El mal momento de la compañía viene por su alto apalancamiento, la concentración del negocio en productos derivados del plasma sanguíneo, la menor capacidad de recolección de plasma a causa de las restricciones por la pandemia y, finalmente, por una política financiera agresiva con frecuentes adquisiciones, como la reciente en Biotest", explican desde Singular Bank.
En este sentido, las fuertes caídas en bolsa que ha protagonizado la compañía en los últimos meses -fue uno de los valores más bajistas de todo el Ibex el año pasado, con un descenso del 28%- la han dejado también como el segundo valor con más potencial del selectivo, solo por detrás de Cellnex. Los analistas le dan un recorrido a sus acciones del 56% mientras que para la clase B le estiman un potencial del 48% desde los niveles actuales.
Un descuento del 35%
No obstante, si atendemos a la recomendación, solo aconsejan comprar los títulos sin derecho a voto mientras que los clásicos reciben un mantener. Y es que la clase B no deja de cotizar con un fuerte descuento ya que se puede comprar a un PER -veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción- de 10,7 veces frente a las 16,4 de la matriz. Es decir, ofrece un descuento de casi el 35% de cara a los resultados de 2022.
Vuelta a niveles previos al Covid en 2023
El próximo 28 de febrero Grifols presentará sus resultados correspondientes al ejercicio 2021, para el cual el consenso de analistas de FactSet espera un beneficio neto de 505 millones, muy por debajo de lo cosechado el año anterior. Y no será, según estas mismas estimaciones, hasta 2023 cuando consiga recuperar el total del beneficio que tuvo en 2019, antes de que se iniciase la pandemia, cuando reportó unas ganancias de 625 millones. El efecto del dólar, la inflación de costes y la presión en los márgenes serán los temas clave a los que habrá que estar atentos en dicha presentación de resultados.