Madrid
La primera jornada del año en bolsa fue sintomática de lo que puede verse a lo largo de los próximos meses en mercado. Por un lado, los inversores percibieron que el activo más atractivo era la renta variable, llevando a las principales bolsas del mundo a comenzar el curso con fuertes subidas, al mismo tiempo que la renta fija cotizó descensos en precio (incrementos en rentabilidad), acusando el camino ya comenzado, por parte de los bancos centrales, de retirada de los estímulos monetarios, que tiene por objetivo frenar el ascenso de la inflación, especialmente al otro lado del Atlántico.
Así, el T-Note norteamericano, la referencia a 10 años del bono soberano, cayó ayer en precio, hasta situar la rentabilidad exigida por el inversor (a media sesión) en el 1,6%, la máxima desde finales de noviembre.
Hay que recordar que en la última reunión de la Reserva Federal, del pasado 15 de diciembre, los de Jerome Powell anunciaron una aceleración de la retirada de estímulos, de 15.000 a 30.000 millones menos de compras mensuales, que dejaría a cero el programa ya este mes de marzo.
Y es que la primera subida de tipos puede estar más cerca que lejos, o eso se desprende del dot plot, o diagrama de puntos, que refleja dónde ven los altos funcionarios del banco central el precio del dinero a corto, medio y largo plazo. En este diagrama, mientras que en septiembre solo se telegrafiaba una subida de tipos en 2022, tras el último encuentro los incrementos de tipos de cara a este año podrían darse ya hasta en tres ocasiones, de 25 puntos básicos cada uno.
Semana cargada de datos
La primera semana del año viene cargada de datos macro importantes en Wall Street. A lo largo de los próximos días se publicarán las actas de la última reunión de la Fed, al igual que las actualizaciones de las encuestas PMI del mes de diciembre. No obstante, lo más relevante se dará a conocer el viernes, con el informe de empleo que completará el curso laboral de 2021 en Estados Unidos.
