La recta final del año de la recuperación tras la pandemia se ha complicado para las compañías dedicadas al turismo en Europa como son las hoteleras o las vinculadas al transporte de pasajeros. A falta de quince sesiones bursátiles para cerrar 2021, este sector es el único dentro del Stoxx 600 que cotiza en negativo.
Así, y tras la sacudida que sufrieron todos los mercados después de la llegada de ómicron, las firmas turísticas europeas deben subir de media un 6,3%% para recuperar las caídas provocadas por la nueva variante del coronavirus, aunque algunas lo tienen más complicado que otras –en particular si las restricciones de movilidad se mantienen en varios países de la eurozona durante el resto de diciembre–.
De hecho, solo dos de las principales compañías turísticas europeas se han recuperado de la mutación de coronavirus: la compañía de cruceros Carnival y la hotelera InterContinental.
No obstante, todavía siguen llegando buenas noticias para los mercados, como el anuncio de Pfizer y BioNTech de que tres dosis de su vacuna valdrían para contrarrestar los efectos de la nueva variante de Covid. Estos progresos médicos ya han tenido su reflejo en las bolsas del Viejo Continente, como ocurrió en el rebote del pasado lunes y martes aunque la tónica alcista se rompió durante la última sesión, donde ligeros recortes en los principales parqués.
En este contexto, las compañías turísticas europeas deben subir de media un 12,8% para conseguir cerrar el año en positivo. De nuevo, Carnival e InterContinental ya cotizan por encima de su precio el primero de enero a la que se le suman Meliá, la gestora aeroportuaria de París y la gestora Fráport, con aeropuertos como el de Fráncfort.
No remontan el vuelo
IAG es la compañía española que cuenta con la mayor desventaja para conseguir esta meta de superar las caídas de ómicron –por detrás de la touroperadora TUI, la pero en toda Europa–, ya que tiene que subir más de un 10,9% para situarse en los niveles previos a la irrupción de la nueva cepa de coronavirus. Para el analista de Bloomberg, Conroy Gaynor, la estabilidad y la rentabilidad de IAG estará ligado a cómo se comporten las reservas y cancelaciones transatlánticas. "Las nuevas variantes de Covid-19 es algo con lo que las operadoras aéreas deberán aprender a convivir", apunta Gaynor.

Lo que está claro es que la restricción que impuso la Comisión Europea de volar a los países más afectados por ómicron, como fue Sudáfrica, fue la zancadilla para que las aerolíneas se enfrenten a un posible año sin avances. De esta forma, Air France –la peor parada desde el primero de enero en este estudio– tiene que subir un 27,5% desde sus niveles actuales para cerrar 2021 en positivo y lo mismo le sucede a Lufthansa (25,2%).
A priori, la irlandesa Ryanair es la que lo tiene más fácil para dar la vuelta al año, ya que se sitúa a un 8,7% de su meta. Dentro del sector hotelero, Meliá –que sí que suma en 2021 un 5,3% – tiene el tercer mejor punto de partida (tras Fraport e InterContinental) para recuperar los niveles previos a ómicron, dado que ha cerrado este martes subiendo un 1 % del valor previo al 26 de noviembre.
El panorama que pintan los analistas tampoco es muy esperanzador y no creen que sea el momento de comprar, salvo en algunos casos. El consenso de mercado según FactSet estima que solo las operadoras aéreas Ryanair e IAG cuentan con una recomendación clara de compra; ambas tienen como previsión empezar a acercarse a sus cifras de plena capacidad de vuelo a partir de finales del año que viene.
Mientras, otras siete compañías analizadas los expertos recomiendan mantener y valoran que Lufthansa, Air France, Aeroports de París y la hotelera británica TUI son una clara opción de venta (ver gráfico).