EEUU y otros países importadores netos de petróleo han hecho realidad su amenaza. Washington ha anunciado que liberará 50 millones de barriles de sus reservas estratégicas con la colaboración de Japón, China, Reino Unido, India y Corea del Sur. Sin embargo, esta acción bienintencionada puede acabar siendo contraproducente. Las reservas estratégicas tienen un peso relativamente pequeño en el mercado de crudo, por lo que su impacto en el precio del petróleo será limitado tanto en tiempo como en cantidad. Mientras tanto, la OPEP empieza a plantearse una nueva estrategia ante la 'hostilidad' de los países importadores. Lo que empezó siendo como un movimiento dirigido a reducir los precios del crudo puede terminar en una nueva crisis del petróleo.
La OPEP ya amenaza con tomar represalias, según han filtrado varios delegados. La liberación de reservas puede calmar la sed de petróleo durante unos días, pero el enfado de la OPEP (y nuevos recortes) puede tener un impacto sobre el precio del petróleo mucho más duradero. El cartel y sus aliados (sobre todo Rusia) consideran que el precio actual del crudo es el adecuado y para mantener el equilibrio pueden ralentizar aún más el bombeo de petróleo y drenar el impacto de la liberación de reservas. El escenario final podría ser un mundo con menos producción de petróleo y con menos reservas de emergencia, es decir, un crudo más caro.
EEUU ha anunciado este martes la liberación de estos 50 millones de barriles de sus reservas de emergencia o estratégica (unos 606 millones de barriles) de petróleo como parte de un plan que ha elaborado con los principales consumidores del mundo de energía para reducir sus precios. Sin embargo, el anuncio ya estaba descontado por los mercados. Los futuros de petróleo suben porque se había descontado una acción mayor y porque su impacto en los mercados será relativamente escaso.
Según revelan desde la Casa Blanca y los países aliados de EEUU, la medida está diseñada para controlar los crecientes precios del petróleo y de la energía en general después de que los productores de la OPEP y sus aliados hayan rechazado las repetidas solicitudes de Washington y otras naciones consumidoras para que abran más rápido sus espitas para satisfacer la creciente demanda que ha venido de la mano de la recuperación económica. La OPEP y sus aliados están 'devolviendo' al mercado unos 400.000 barriles por día más cada mes que pasa, un ritmo que EEUU y otros países consideran insuficiente.

Por ahora, el anuncio de EEUU no solo no ha rebajado el precio del crudo, sino que los futuros están registrando subidas (los mercados descontaban una liberación de reservas mayor de la que se ha producido). Los analistas creen que el uso de las reservas estratégicas pueden ser pan para hoy y hambre para mañana. Por ejemplo, toda la reserva estratégica de EEUU solo daría para 6 días de consumo de petróleo a nivel global teniendo en cuenta que en el mundo se consumen 102 millones de barriles por día. Este dato sirve para entender el pequeño peso de estos barriles en el mercado mundial de petróleo.
Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, comentan en una nota que existen de forma clara "el riesgo de que la liberación de las reservas de petróleo sea contraproducente y provoque un aumento de los precios", apunta. "Las reservas (SPR por sus siglas en inglés) son pequeñas, las ventas han sido ineficaces y la OPEP tiene poco espacio para bombear más (y puede que bombee menos todavía para compensar las ventas del SPR)".
"No hay forma posible de que el presidente Biden pueda revertir la situación actual del mercado del petróleo a través de las ventas de las reservas estratégicas", asegura Jeffrey Halley, analista de Oanda. Solo una mayor producción de petróleo podría mejorar la situación de forma estructural y para ello se necesita que la industria del shale oil vuelve a invertir.
Las reservas dan para poco
"La Reserva Estratégica (SPR) de EEUU, China y otros países es de unos 1.500 millones de barriles de petróleo, o lo que es lo mismo, 15 días de demanda. El riesgo es que la liberación de las reservas de petróleo sea contraproducente y provoque un aumento de los precios. Esto puede verse como una medida a corto plazo y desesperada, con poco seguimiento dado que los SPR relativamente pequeños y su uso es para emergencias reales", asegura el experto de eToro.
Con emergencias reales, Laidler se refiere a periodos de auténtica escasez de crudo. En la actualidad, el petróleo cotiza por encima de los 81 dólares el barril, muy lejos de los 150 dólares que alcanzó hace más de una década o de la escasez extrema de las crisis del petróleo en los 70 y los 80. Ahora, el farol de EEUU con sus reservas puede volver a recrear una crisis de ese tipo. Al fin y al cabo, el mundo es hoy totalmente dependiente de la OPEP en lo que a petróleo se refiere, por lo que 'malgastar' la reserva estratégica puede ser una pésima decisión que enfade al cártel.
Un escenario extremo podría ser un mercado en el que los países desarrollados han gastado parte de sus reservas estratégicas y la OPEP ha vuelto a los recortes como medida de 'castigo'. El precio del petróleo, en ese escenario, se dispararía y la OPEP tendría más poder que nunca.
Lo que dice la historia
Laidler explica que se han visto tres ventas de reservas estratégicas de petróleo coordinadas (mundiales) en periodos anteriores. En 1991 (guerra del Golfo), donde EEUU liberó unos 33 millones de barriles, 2005 (huracán Katrina) y 2011 (interrupción de Libia). La más grande fue esta última con una liberación conjunta de 60 millones de barriles, muy por debajo de la demanda mundial de un día. Este movimiento tuvo un leve impacto a corto plazo en el mercado del petróleo (una bajada que duró días), que se disipó poco después con la vuelta del precio del crudo a los precios previos a la liberación.
Algo simular ocurrió en 2005 con el huracán Katrina. El petróleo cayó desde los 66 dólares a los 53 dólares las semanas del anuncio de la Casa Blanca en agosto. Sin embargo, el petróleo retomó la senda alcista en noviembre y rebasó con creces los máximos anteriores. La liberación de reservas fue una vez más pan para hoy y hambre para mañana.
Por otro lado, EEUU se ha movido solo 12 veces, la mayor fue con una venta de 10 millones de barriles de petróleo. China, el mayor importador del mundo, vendió 7 millones de barriles por primera vez en septiembre. Todos estos movimientos tuvieron un impacto limitado que apenas sació la sed global de petróleo en momentos muy complicados.
Por ahora, "la amenaza de la venta de reservas estratégicas ha logrado parte de su objetivo, con la caída de los precios y la advertencia de la OPEP. Pero en realidad vender es peligroso... La demanda se está recuperando y la nueva inversión en petróleo supone un pequeño fragmento de los niveles históricos, en parte debido a la transición energética. Esta es una receta para precios altos por más tiempo", asegura el estratega de eToro.
Una vez que las reservas estratégicas estén en el mercado, la capacidad de influir de los países importadores en el crudo será prácticamente nula. La OPEP podrá decidir a su antojo qué hacer con la producción de crudo. El cártel siempre tendrá incentivos para producir y vender crudo (hay que ganar dinero), pero podría generar cierta escasez como represalia al movimiento de EEUU y sus aliados, lo que impulsaría el precio del petróleo. De forma sencilla, a EEUU y sus aliados les puede salir el tiro por la culata.