
La empresa japonesa, uno de los mayores fabricantes de condensadores cerámicos, ganará este año más de 2.000 millones en pleno auge de la electrificación del automóvil y una nueva apuesta propia por el software, los sensores y el big data. | Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.
La cerámica se ha utilizado como aislante eléctrico desde los primeros estudios sobre la electricidad. En las primeras décadas del siglo pasado, la mica era el conductor cerámico más común para los condensadores, aunque también se utilizaban la porcelana, la esteatita o el rutilo. Más tarde se utilizaría el titanato de bario.
Pero en un mundo cada vez más electrificado, como es el caso de la industria del automóvil, se necesitan condensadores avanzados de bajo voltaje para facilitar dispositivos electrónicos portátiles más eficientes y compactos para las comunicaciones, las aplicaciones médicas y la electrónica de alta potencia.
Y eso es lo que han hecho en esta última década, precisamente, los principales fabricantes de componentes electrónicos del mundo, como son Kyocera, Samsung Electro-Mechanics, Taiyo Yuden, TDK, Yageo o Murata Manufacturing, compañía esta última que forma parte del fondo Tressis Cartera Eco30, asesorado por este periódico.
Son miles los condensadores cerámicos que se usan en cada coche para poder realizar funciones más avanzadas y de control electrónico, pero todos esos circuitos pueden estar expuestos a altas temperaturas que los componentes electrónicos han de poder soportar. Es por esto por lo que uno de los últimos avances destacados de Murata da cabida a este funcionamiento de circuitos de alta temperatura específicos para automóviles, comercializando la serie GCG, garantizada hasta 150 grados centígrados.
Murata ganará 2.180 millones de euros este año, un 45% más que en 2019, y será el mejor beneficio neto de su historia, según cifras del consenso de analistas que recoge FactSet. Para el inversor que esté valorando comprar sus acciones conviene señalar que la recomendación de Murata es de las mejores entre sus competidores, aunque el beneficio de 2022 cotiza en bolsa en las 17,2 veces a precios actuales, algo por encima del de sus comparables.

"Según los comentarios de Murata sobre los resultados del primer semestre, el valor de las exportaciones japonesas de condensadores puede haber alcanzado un pico a corto plazo en septiembre. Se trata de un récord, con un aumento del 22,4% respecto a hace un año y del 8,8% respecto a agosto", explica el analista Masahiro Wakasugi, de Bloomberg Intelligence.
"Los pedidos de condensadores a corto plazo podrían caer debido a la baja demanda de teléfonos inteligentes en China y a los recortes de producción del iPhone. La conducción autónoma y los centros de datos podrían impulsar la demanda a medio y largo plazo", añade el experto.
El precio de las acciones de Murata cotiza en el entorno de los 8.600 yenes (unos 66 euros al cambio), pero todavía está a un 26% del máximo anual que registró en enero. Quizá el impulso que necesita venga del nuevo negocio de Murata en el ámbito del software. Una tercera pata que aproveche el negocio de sensores de la compañía y lo combine con el big data para la gestión del tráfico de automóviles, la actividad en las fábricas o la salud.