
La Casa Blanca ha acusado a la OPEP + de en riesgo la recuperación económica global tras negarse a acelerar el incremento de la producción de petróleo. Además, el Gobierno de EEUU ha asegurado que está preparado para utilizar "todas las herramientas" necesarias para reducir los precios del combustible.
Este toque de atención se produce después de que la OPEP y sus aliados, como Rusia, rechazaran aumentar la producción de crudo como pedía EEUU. Washington había pedido añadir más barriles al mercado para rebajar la presión inflacionista que amenaza a la economía global. La OPEP ha rechazado la petición de EEUU y ha mantenido su hoja de ruta que pretende devolver al mercado 400.000 barriles más en noviembre y diciembre, un incremento que desde los países occidentales parece insuficiente.
"La OPEP + parece no estar dispuesta a utilizar su capacidad excedente y el poder que tiene en este momento crítico de recuperación global para los países de todo el mundo", aseguraba un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Biden. "Nosotros creemos que la recuperación mundial no debería verse amenazada por un desajuste entre la oferta y la demanda".
Los precios del petróleo están cerca de máximos de siete años a pesar de que la actividad económica aún no se ha recuperado por completo. El PIB global aún no ha alcanzado los niveles anteriores a la pandemia, mientras que los costes de energía avivan las preocupaciones sobre la inflación. Pese a todo y para sorpresa de los mercados, los precios del crudo Brent cayeron un 2% después de la reunión hasta los 80 dólares el barril. En la jornada de este viernes, los futuros se recuperan levemente y recuperan los 81 euros con una subida que supera el 1%.
La gasolina se dispara en EEUU
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha culpado del aumento en los precios de la gasolina en Estados Unidos (un 60% en los últimos 12 meses) a la restricción del suministro de petróleo de Rusia y Arabia Saudí
Jennifer Granholm, secretaria de energía de Estados Unidos, ha declaró al Financial Times el mes pasado que la liberación de petróleo de las reservas estratégicas del país era una de las "herramientas" que la administración Biden podría usar para enfriar unos precios del crudo que se han más que duplicado en el último año.
Por otro lado, Arabia Saudí ha defendido su postura durante el jueves asegurando que el grupo de productores estaba actuando como un "regulador responsable" al aumentar gradualmente la producción de petróleo en 400.000 barriles por día cada mes.
"Lo que hemos visto en los últimos meses una y otra vez es que los mercados energéticos deben ser regulados, de lo contrario las cosas se desviarán", aseguraba el príncipe Abdulaziz bin Salman, ministro de energía saudí, en una rueda de prensa extendida.
La OPEP + se une en bloque
El grupo se presentó como un frente unido para hacer frente a EEUU, con los ministros de energía desde México hasta los Emiratos Árabes Unidos haciendo cola para apoyar la decisión. La OPEP + señaló en un comunicado que quería "brindar claridad al mercado en momentos en que otras partes del complejo energético están experimentando una volatilidad e inestabilidad extremas".
Desde UBS siguen viendo al Brent en los 90 dólares por barril en los próximos meses. Los economistas del banco suizo creen que la decisión de la OPEP se produce por la incertidumbre que está generando la nueva oleada de covid en el hemisferio norte, que podría poner en peligro la demanda de crudo durante los meses más fríos del año.
Además, Abdulaziz hizo referencia repetidamente a los mercados de gas y carbón, cuyos precios han subido más rápido que el del petróleo este año, para justificar las acciones del grupo, pero la explicación no ha sido suficiente para la Casa Blanca.
Arabia Saudí ha sido durante mucho tiempo uno de los aliados más importantes de Washington en Oriente Medio, pero las tensiones están aumentando con la Administración Biden. La Casa Blanca se ha negado a hablar con el príncipe heredero Mohammed bin Salman, heredero del rey Salman y gobernante de factor del país. EEUU publicó un informe de inteligencia desclasificado en marzo que decía que el Príncipe Heredero autorizó el asesinato del periodista del Washington Post, Jamal Khashoggi.
"La relación entre Arabia Saudí y EEUU corre el riesgo de tensarse demasiado, a medida que América hace todo lo posible para abordar el cambio climático", explica Christyan Malek, jefe de investigación de petróleo y gas de JP Morgan al Financial Times.
"Pero Arabia Saudí en este contexto necesita financiar su propia transición energética. Riad busca un precio del petróleo y una relación propicia para eso", señala el experto. La batalla esta servida. Si la crisis energética se intensifica, la tensión podría seguir subiendo, obligando a EEUU a liberar parte de sus reservas o tomar algún tipo de medida económica contra la OPEP.