
El desplome bursátil protagonizado por la banca española este miércoles vino motivado por una filtración del BCE, según fuentes financieras, sobre mayores requerimientos de capital al sector. Podría producirse de cara a la revisión que realiza el Banco Central Europeo (BCE) a finales de cada año -con la excepción de Bankinter, que es bianual- y que es conocida como PRES (Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora).
De forma concreta, las dos entidades señaladas con especial énfasis fueron las dos catalanas, CaixaBank -tras su fusión con Bankia- y Banco Sabadell. Pero ayer el mercado de bonos vino a desmentir que exista ningún temor por parte de los inversores sobre un aumento de las exigencias en uno de los cinco componentes que determinan el ratio de capital ordinario, que es el conocido como Pilar 2R relativo a los riesgos.
Las compras se extendieron por todo el mercado de CoCos bancarios, como ya venían haciendo a lo largo de la semana. Esto condujo a caídas de la rentabilidad de las emisiones de deuda perpetua de las entidades españolas y a una subida media de precio del 0,52%, según recoge Bloomberg. Entre las cuatro emisiones realizadas a lo largo de 2021 la subida del precio de los bonos fue superior: en promedio, del 0,7%.
En el caso concreto de Sabadell el CoCo de 500 millones de euros que emitió en marzo de este año vio repuntar su precio un 0,79% en cuatro sesiones, con una rentabilidad del 4,387% frente al inicial de 5,75%.
CaixaBank, que emitió un bono verde en septiembre con un cupón del 3,65% -el coste de financiación más bajo de todo el sur de Europa, que más tarde ha igualado Santander-, también ha visto caer la rentabilidad. En cuatro sesiones el precio de este CoCo sube un 0,8%, mientras que otra emisión previa -de 2018 por un importe de 1.250 millones de euros- se dispara en cuatro sesiones un 0,9%, y su rentabilidad se va al 3,58%.
La confianza de las manos fuertes del mercado -aquellas que compran deuda perpetua- es el reflejo de un sector que peca, si acaso, de exceso de capital sobre lo que exige Fráncfort. "Hablamos de cambios muy pequeños [de 10 ó 20 puntos básicos]" sobre el capital mínimo que solicitan las autoridades. "A día de hoy este requerimiento se encuentra entre el 8% y el 9,5% para todas las entidades españolas. Si se comparan estos niveles con los ratios de capital fully loaded, que son más restrictivos [que los phase in], estos están por encima del 11%, lo que te lleva a tener un margen mínimo de capital de más de 300 puntos básicos", sostienen desde Renta 4. Entre las entidades cotizadas, a cierre del primer semestre, su capital de primer nivel (fully loaded) se situó, de media, sobre el 12,5%.
"Creemos que cualquier aumento en las exigencias del Pilar 2R debería ser manejable por Sabadell"
La más aventajada es BBVA, con un 14,2%, sobre un requerimiento de capital mínimo del 8,6. Esto deja un margen de 5,6 puntos o más de 17.000 millones de euros, a la espera de la presentación de resultados del tercer trimestre prevista para las dos próximas semanas. Unicaja, cuyo CET1 FL llegó al 17,7% a cierre de junio, no se ha incluido a falta de un dato proforma junto a Liberbank.
CaixaBank será la única entidad que podría escapar de una revisión (al alza o a la baja) de los requerimientos de capital mínimos. La entidad ya comunicó el pasado 23 de junio el aumento de 15 puntos básicos en los requerimientos por Pilar 2R, hasta el 1,65%, que dejó el CET1 FL mínimo exigido en el 8,19%. Tiene validez hasta finales de 2022, según fuentes de la entidad. Cerró el primer semestre 431 puntos básicos por encima.
"Creemos que cualquier aumento en las exigencias del Pilar 2R debería ser manejable por Sabadell debido a un margen de 350 puntos básicos" sobre el capital requerido, señalan desde Citi, que se encuentra en el 8,5%. La entidad cerró junio con un capital ordinario del 12%.