
Con la insistente escalada de la inflación aún vigente y problemas como los cuellos de botella o el errático comportamiento del mercado laboral achuchando los precios, el mercado digiere ya, no solo una sino al menos dos subidas de tasas el próximo año por parte de la Reserva Federal.
El FedWatch de CME Group, que sigue las expectativas futuras de los cambios de política monetaria en Estados Unidos, indicaba tras publicarse el dato de IPC correspondiente al mes de septiembre que solo el 13,6% del mercado considera que el precio del dinero se mantendrá en el rango del 0 y el 0,25% actual al cierre de la reunión del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC) del próximo 13 y 14 de diciembre de 2022.
Sin embargo, el 35,7% atisba un incremento de tipos de 25 puntos básicos que situaría las tasas federales entre el 0,25% y el 0,50%. Por su parte, un 32,6% digiere al menos dos a lo largo del próximo año, que cerraría con los tipos entre el 0,50% y el 0,75%. Un 14,3% ambiciona hasta tres vueltas de tuerca de 25 puntos básicos a la manivela monetaria.
"Es probable que los informes de inflación de los próximos meses reflejen más o menos el informe del IPC de septiembre, mostrando una continua volatilidad en los componentes transitorios, pero una tendencia más clara de fortalecimiento de la inflación subyacente. Esto debería mantener a la Reserva Federal en la senda de preservar la opción de subidas de tipos en la segunda mitad del próximo año", estima Veronica Clark, economista de Citi.
Los funcionarios de la Reserva Federal están llegando a la conclusión de que este periodo "transitorio" de la inflación es cada vez más largo. Si bien el empleo ha sido el factor que ha frenado el inicio del tapering, la inflación se ha vuelto más difícil de ignorar.
Para Sarah House, economista de Wells Fargo Securities, la inflación se mantendrá por encima del 5% en términos interanuales hasta el primer trimestre del próximo año. Aunque se espera que el crecimiento de los precios se enfríe a lo largo del año, estimamos que la inflación se mantendrá por encima del objetivo de la Fed a lo largo de 2022.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló en la reunión de septiembre que un informe de empleo "razonablemente bueno" sería suficiente para iniciar el proceso de reducción de las compras de deuda, un proceso conocido como tapering, tan pronto como en la reunión de noviembre. Este supone el primer paso antes de pensar en la subida de tipos y se daría por completado en el primer semestre del próximo año.
Pese a que el dato de empleo del pasado mes decepcionó es cierto que la media mensual en lo que llevamos de año se mantiene en línea con la meta de alrededor de 500.000 nóminas al mes que los funcionarios de la Fed consideran como una evolución saludable.
Los miembros de la Fed buscan una cifra media del IPC más alta antes de poder concluir realmente que han alcanzado su meta de inflación y según la evolución de los precios están a punto de conseguir exactamente eso en 2022. Puede que incluso se registren las impresiones medias más altas del IPC desde 1998, según señalan los economistas de Nordea. Este es un escenario completamente nuevo para la Fed y para los mercados.