Zardoya Otis se ha ganado a pulso ser todo un clásico para aquellos inversores que buscaban rentas periódicas en la bolsa española. Si la opa de exclusión que ha lanzado su matriz, el grupo Otis, sobre la española sigue su curso, y logra el objetivo final de sacarla del mercado, desaparecerá una de las cotizadas que más porcentaje de sus ganancias destinan a retribuir al accionista.
Invertir en Zardoya ha sido sinónimo de recibir varios dividendos año tras año ininterrumpidamente durante tres décadas. Con una doble garantía: la empresa de ascensores nunca fallaba en sus pagos y no ha escatimado a la hora de compartir sus beneficios. La compañía ha dedicado, de media, un 92% de su beneficio neto en los últimos 30 años a pagar dividendos.
Es más, en cinco ocasiones desde principios de los 90 el payout -el porcentaje de las ganancias dedicado a pagar dividendos- ha superado incluso el 100%. Algunas de estas entregas se realizaban con cargo a reservas como prima de emisión y durante muchos años, hasta 2016, realizó también ampliaciones liberadas.

Su retribución, al mismo tiempo, ofrecía una atractiva rentabilidad, con cifras que rondaban este año el 5,5%. Es cierto que su dividendo no siempre ha sido creciente. Las diferentes crisis han impactado en sus cuentas y con ello en la retribución al accionista, en la que no han fijado un suelo. Ocurrió, sobre todo, durante la gran crisis inmobiliaria tras la quiebra de Lehman Brothers que impactó de lleno en su sector y de la que nunca ha llegado a recuperarse en bolsa. También bajó el importe de sus pagos más en 2020, ante la pandemia por el Covid.
¿Hay que aceptar la oferta?
La opa que lanzó este jueves el Grupo Otis por el 49,99% del capital que no posee de su filial española es de 7 euros por acción -6,93 descontando el dividendo confirmado para octubre de 0,074 euros y redondeado en la oferta-. En total, la operación se cerraría en cerca de 1.600 millones de euros, según los datos aportados a la CNMV, lo que implica valorar el total en unos 3.200 millones. Sus títulos no cotizaban en los 7 euros desde septiembre de 2018.
Si se cumplen los requisitos, Otis ejercitará la venta forzosa al mismo precio de la oferta. En caso de que no se cumplan las condiciones para ello, pero alcance una participación mínima del 75%, promoverá la exclusión de negociación.
El precio ofertado supone una prima del 30,8% sobre el cierre bursátil de la víspera y de un 4,5% respecto a la valoración de los analistas, que alcanzaba los 6,7 euros, de media. Las acciones llegaron a ascender el jueves hasta un 34,4%, alcanzando los 7,19 euros en este pico alcista, pero cerraron en 7,03 euros.
La prima ofrecida se ajusta prácticamente al precio objetivo medio del conjunto de expertos que sigue a Zardoya, quedándose por debajo de dos de las últimas valoraciones conocidas dentro de este consenso, antes de conocerse la operación. Los 7 euros están casi un 8% alejados del precio objetivo de 7,6 euros de Caixabank BPI y un 18% por debajo de los 8,58 euros de Alphavalue/Baader.
Renta 4: "El precio ofrecido coincide con nuestro precio objetivo, por lo que recomendamos acudir a la opa"
Este jueves, distintas casas de análisis como GVC Gaesco, Oddo BHF o JB Capital daban por bueno el precio de la opa, según recogía Bloomberg. "El precio ofrecido por OTIS Worldwide valora la compañía coincidiendo con nuestro precio objetivo de 7 euros, por lo que recomendamos acudir a la opa", señala también Renta 4 en un informe en el que destaca que Zardoya "cotizaba a múltiplos claramente por debajo de la matriz y competidores a pesar de tener mayores márgenes operativos".
"Es una buena noticia, ya que la oferta es en efectivo y supone una prima del 25% sobre el precio medio del 2021, y del 3,5% sobre el promedio del 2019", explican en Bankinter, donde consideran que "el riesgo sería quedarse en una acción muy ilíquida, en la que Otis ya cuenta con el control y que posteriormente podría ser excluida".
El crecimiento esperado
La exclusión de Zardoya de la bolsa española se produciría tras perder alrededor una cuarta parte de su valor en los últimos cinco años, y se une a recientes como la de Euskaltel, tras la adquisición de MásMóvil.
El fabricante ganó 140 millones de en 2020, una cifra similar a 2019, gracias al peso de los contratos de mantenimiento y otros servicios en su negocio (cerca del 70% de los ingresos). Los analistas proyectan que este 2021 conseguirá un beneficio neto de 145 millones y un crecimiento del 25% de cara a 2024 (ver gráfico). Aunque sus ganancias superaban los 200 millones hace una década.
La oferta supondría un PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) implícito de 22,6 veces, según la previsión para 2021, siendo el multiplicador medio de los últimos 10 años de en torno a 24. "Por tanto, en caso de que el precio de mercado supere el precio de la oferta, venderíamos parcialmente. En caso contrario, esperaríamos a su presentación y acudiríamos a la oferta", recomiendan en Bankinter.
El regreso al Ibex que nunca llegó
En su historia como cotizada, Zardoya llegó a ser una de las 35 empresas del Ibex. Se incorporó en enero de 1993, en las primeras revisiones del índice, aunque su paso se limitó a 12 meses. Nunca ha regresado desde entonces a pesar de que a veces ha estado cerca y de que antes de la oferta ya valía más de 2.500 millones en el parqué -llegó a cotizar en 9.000 millones, según Bloomberg-.
La capitalización no ha sido una barrera; cumple el requisito exigido. Su vuelta ha sido frustrada por una negociación insuficiente, pues el Ibex prioriza la liquidez y apenas ronda el puesto 60 en el ranking. No es de extrañar al controlar Otis un 50,01% y un 11,34% la familia fundadora.