Bolsa, mercados y cotizaciones

La glaciación que viene en renta fija (III)

  • "El objetivo de la inversión en bolsa debe ser duplicar el patrimonio cada diez años"
Una señal indica el camino hacia Wall Street, donde está la sede de la Bolsa de Nueva York. Foto: Reuters.
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Lamentablemente, en la evangelización para que un inversor defensivo se convierta en uno más agresivo no sirve solo asustarle con que la inflación se va a comer durante la próxima década un 20% de su ahorro. A quien le quita el sueño la simple posibilidad de ver pérdidas cada vez que revisa el estado de sus posiciones no le vale la autodeterminación de quienes pensamos que solo porque estuviésemos derrotados cien años antes no es motivo para no intentarlo.

A un problema hay que ofrecerle una solución. Y a un inversor conservador no le podemos decir que, como en el fondo gran parte de su ahorro es de largo plazo, conviva durante la próxima década con volatilidades del 15%-20% para sacar un buen rédito a su ahorro. Si se analiza año a año los mercados, siempre encontramos una corrección que haga perder el sueño o genere debilidad en las convicciones de largo plazo.

Para los conservadores mi receta para no perder la carrera frente al incremento del coste de la vida es la siguiente: apalancar una quinta parte del ahorro disponible como defensa frente a la inflación. Pensemos en alguien que tiene un capital de medio millón de euros. De esta cantidad, 400.000 euros quedarían entre liquidez y productos de renta fija. Se pueden encontrar fondos que, incluso en la larga travesía del desierto que le queda a la renta fija por delante o la glaciación cuando suban los tipos, generen algo de rentabilidad positiva. Pero esta ganancia será muy pequeña cuando se incluyan las comisiones. El objetivo para esta parte del dinero es solo preservar el capital.

El problema es que estos 400.000 pueden convertirse en 320.000 con inflaciones anualizadas en torno al 2% dentro de una década. Para preservar una cantidad similar a la que actualmente tiene el inversor conservador del que hablamos debería mantener durante una década un 20% de su ahorro en una buena cesta de fondos de renta variable que le permitan convertir los 100.000 euros que ahora invertiría en 200.000.

El objetivo de la inversión en bolsa debe ser duplicar el patrimonio cada diez años, lo que en términos anualizados viene a ser lograr una rentabilidad media del 7%. Hoy la bolsa europea, en función de los multiplicadores de beneficios actuales, se quedaría por debajo. Demostración de que no está barata. El retorno para los próximos diez años rondaría el 70%.

Pero estamos hablando de índices, en la búsqueda de valor muchos gestores defienden carteras con peres medios por debajo de las 13 veces -7% de rentabilidad-. Un PER medio de 12 veces implica expectativas de rentabilidad del 8%; y de 11 veces, del 9%. A una década, con multiplicadores de beneficios tan bajos, ya no estaríamos hablando de duplicar, más bien de generar plusvalías entre el 120% y 140%, que minimizarían el 20% de pérdida de inflación. Asumiendo una parte de riesgo se esteriliza la glaciación de la renta fija.

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