
La banca europea ha resurgido en los últimos meses como un pilar de la recuperación de las bolsas. Desde los mínimos que marcó el sector el pasado mes de julio, el índice que agrupa a las 38 entidades mayores entidades del continente, entre ellos, cuatro de los seis españoles, se revaloriza más del 12% y se encuentra ya menos de un 6% por debajo de superar niveles previos a la pandemia -en febrero del año pasado-.
¿Qué ha motivado este cambio en los flujos de dinero? Hay varias explicaciones detrás. La primera es una buena temporada de resultados trimestrales -las entidades presentaron sus cuentas a lo largo del mes de julio-. La segunda es la cada vez más próxima nueva hoja de ruta en manos de la Reserva Federal de EEUU ante los buenos datos macroeconómicos del país. La tercera es la vuelta a dividendos que, según Bloomberg Intelligence, superarán un payout del 50% los próximos años. Y una cuarta, menos concreta, que tiene que ver con las esperanzas puestas en una pronta recuperación mundial tras el Covid y de la que la banca será uno de los sectores más beneficiados.
"Para la industria, es momento de revertir el impacto de marzo de 2020 cuando todas las acciones bancarias cayeron y las más perjudicadas fueron las que distribuían mayores dividendos. Este shock, sin importar lo bien capitalizados que estuvieran o lo rentables que fueran, impactó a todos por igual. Ahora vemos el potencial del sector para ser él quien brille de nuevo", apuntan los analistas de Bank of America.
El resultado de todo ello es que la mitad del panel de los mayores bancos que componen el Stoxx 600 Banks ostenta ya una recomendación de compra. Hace justo un año ese porcentaje se limitaba al 34% y a comienzos de 2021 ascendía al 39%. De entre las firmas nacionales, Banco Santander y CaixaBank cuentan con el mejor de los consejos posibles -mirando más allá, también lo hace Unicaja, aunque no está incluida en el índice-, y contrasta con el mantener de BBVA y de Bankinter. La entidad naranja ostenta su mejor recomendación desde el año 2004. Y solo Sabadell sigue siendo un vender -es la segunda peor recomendación para los analistas, solo superada por Deutsche Bank-.
Si se selecciona a los gigantes bancarios de Europa, tan solo HSBC y BBVA son un mantener frente a la compra de grandes como BNP Paribas, Santander (ya mencionado), Intesa San Paolo, ING, Nordea, Lloyds, Crédit Agricole y Barclays. Son, hasta la fecha, el segundo sector más alcista, con ganancias del 28%, solo superado por la tecnología.
Para ello las últimas semanas de julio fueron clave. Durante la presentación de sus resultados semestrales, las diez mayores entidades del Stoxx 600 lograron sorprender un 52% al alza a lo que preveían los analistas sobre sus cuentas a cierre de junio. Hay que tener en cuenta que se trata del primer semestre durante la pandemia donde las provisiones extraordinarias realizadas por las entidades han sido prácticamente inexistentes y no distorsionaron sus cifras. BBVA fue quien más despistó a los analistas, ya que su beneficio neto fue un 90% superior al esperado -hasta los 1.911 millones de euros-. Tras la subida de las últimas semanas, el Ibex banks, que agrupa a las cinco entidades del selectivo -ya sin Bankia-, triplica la revalorización del Ibex 35 en el último año, con una subida del 78%, frente a 25% del índice nacional.
2021 es un claro punto de inflexión. El consenso prevé que los mayores bancos europeos aumenten sus ganancias netas un 14,7% hasta 2023, cuando superarán de manera conjunta los 104.600 millones de euros, aunque un 39.000 millones -un 37% del total- provendrán solo de los big five del sector: HSBC, BNP, Santander, Intesa e ING.
Tres de las entidades nacionales se situarán por encima de ese crecimiento. Serán Santander, con un 23%, hasta alcanzar los 8.230 millones de euros; BBVA, un 18% aumentará su resultado neto hasta los 4.230 millones, y, sobre todo, destaca Sabadell, que lidera la tabla en términos continentales. El mercado espera que duplique su beneficio en dos años, pasando de 275 al cierre de diciembre hasta los casi 570 millones en dos años.
Dividendos
"Las conclusiones clave de la temporada de resultados son la fortaleza de los ingresos por comisiones, un aumento de los guidance hasta finales de año, la reconstrucción del CET1 fully loaded [capital de primer nivel], la resiliencia que han demostrado a los test de estrés [publicados el día 30 de julio] y el anuncio de la vuelta al dividendo", apuntan desde Bloomberg Intelligence.
La retribución al accionista se antoja como un catalizador clave para sus acciones y eso el sector lo sabe. Por ello se han lanzado a aventurar hasta dónde se dispararán -comparado con 2020-sus pagos después de que el BCE levante su veto en otoño. "Muchos anunciaron incluso antes sus programas de recompra de acciones", afirman. Bloomberg calcula que solo el aumento de autocartera de Barclays, NatWest Group, Standard Chartered, Société e ING superará los 4.200 millones de euros. Ahí no incluye los 3,3 billones de BBVA ni otros 500 de Crédit Agricole para el cuarto trimestre del año.
EEUU mueve ficha
EEUU camina hacia tasas de pleno empleo -se entiende por un paro no superior al 5%- y esto es algo con lo que no contaba ni el mercado ni la Reserva Federal que sucediera tan pronto. Tras el dato de desempleo que se dio a conocer el viernes pasado (quedó en el 5,6% a cierre de julio), los tambores de 'tapering' vuelven a sonar.
No se descarta que la Fed anuncie una retirada progresiva de los estímulos el próximo mes de septiembre, y el mercado prevé que no sería descabellado ver un aumento de los tipos de interés a finales del próximo año. Esto es 'gasolina' para la banca. Goldman sube un 52% en el año entre la banca de inversión y los minoristas como Wells Fargo o Bank of America, un 30% de media.