La ampliación de Cellnex entra en la recta final del periodo de suscripción preferente (finaliza este jueves 15 de abril) en tablas. Tras volver el precio del derecho al inició el aumento de capital el 1 de abril, y reducir las acciones la caída al 2%, acudir a los 36,33 euros fijados, teniendo en cuenta que son necesarios 48 derechos para suscribir 19 títulos nuevos, sale casi igual respecto a la cotización actual de la compañía de torres de comunicación.
Cellnex está siendo presa de la volatilidad en bolsa y del ataque de los inversores bajistas -ganan cuando las acciones pierden- en este periodo de suscripción preferente de la macro ampliación de 7.000 millones principalmente por dos razones: el gran tamaño del aumento de capital -supone la emisión de nuevas acciones por un 39,57% de los títulos que había en circulación previamente- y la mayor competencia en el sector de las infraestructuras de telecomunicaciones -con la entrada definitiva de American Tower en Europa y el salto al parqué de las filiales de Orange y Vodafone-.
Un entorno más hostil respecto a los tres anteriores aumentos -dos en 2019 y otro en 2020 por 7.700 millones en total- que la compañía española está sufriendo en bolsa, pero que no cambia los argumentos a favor de la ampliación: el crecimiento esperado en los próximos años y el respaldo de los accionistas principales.
La compañía pierde en bruto en bolsa un 9% desde los 49,1 euros a los que cerró el 31 de marzo, el último día en el que se podían comprar sus acciones con derecho a acudir a la ampliación. Esta caída se queda en el 2% citado si se ajusta al aumento de capital.
Las pérdidas responden a la importante dilución que supone la operación planteada para financiar la cartera de proyectos de 18.000 millones de euros, de los que 9.000 millones ya están comprometidos, con los que Cellnex pretende lograr un crecimiento anualizado del ebitda (beneficio bruto) del 24%.
Un 32% del capital se comprometió públicamente suscribir y ya ha cumplido con su palabra, según informó la propia empresa. Un porcentaje en el que se encuentran todas las primeras posiciones -el fondo soberano de Singapur, el de Abu Dhabi y el fondo de pensiones de Canadá-, excepto la familia Benetton, que mantiene su política de bajar su peso en Cellnex. Y vista esta tendencia, la compañía presume de que apenas 30 manos controlan el 80% del capital, lo que es sinónimo de estabilidad y garantía de apoyo a la operación.

De hecho, la exigencia de la ampliación de capital no esconde el atractivo de Cellnex para los analistas. Un 85% de los que siguen su cotización actualmente aconseja adquirir sus acciones, al considerar que cuentan con un amplio potencial a largo plazo, y prácticamente el mismo consenso existía sobre la opción que tenían sus accionistas de acudir a la ampliación.
Ataque de los inversores bajistas
Distintos fondos han tomado posiciones bajistas en el capital de Cellnex en los últimos días, aprovechando la volatilidad y la presión que la ampliación ha generado en la acciones de la compañía. AQR Capital Management tiene un 1%, Citadel Europe un 0,63%, BNP Paribas un 0,56% y D E Shaw & Co. un 0,5%, que en total suponen un 2,69% del capital esperando que baje su valor. A este freno se añade la advertencia de la autoridad de competencia de Italia sobre posición dominante tras la adquisición de las torres de Hutchinson.