Bolsa, mercados y cotizaciones

Los reguladores no evitan la tentación del bitcoin

  • "Las criptomonedas no se benefician de las garantías de los productos regulados"
Anuncio de compraventa de bitcoins en un soporte publicitario en el centro de Madrid. Nacho Martín

Las advertencias sobre seguridad y especulación caen en saco roto ante la expectación que levanta una alternativa digital que rompe el status quo.

Compra, venta e intercambio de bitcoins, "desde un euro". El eslogan de este anuncio publicitario se ha multiplicado en las marquesinas en las vías públicas de Madrid en las últimas semanas. Fácil, rápido y seguro, remata. El mercado de las criptomonedas ha bajado del universo digital a las calles aprovechando su renovada popularidad por el sorprendente crecimiento que ha protagonizado durante la pandemia: el bitcoin llegó a subir un 1.069%, hasta alcanzar máximos en 57.355 dólares por unidad el 21 de febrero, desde el mínimo de marzo de 2020, y el ethereum (otra criptomoneda) un 1.685%, tomando la misma referencia. De lo que no avisan las marquesinas es de la vertical corrección que sufrían, con datos a mitad de sesión del 23 de febrero, ambas criptos desde que alcanzaron esos techos -el ethereum frenó los ascensos un poco antes que el bitcoin, el 19 de febrero, en 1.958 dólares-.

Reguladores y autoridades financieras de todo el mundo, desde la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, hasta la CNMV y el Banco de España, se han afanado en los últimos meses en advertir sobre los riesgos que implica invertir en criptodivisas. Pero se trata de una alternativa a los activos financieros tradicionales -bolsa, deuda, materias primas o divisas- demasiado atractiva en forma (digital y desregulada) y en rentabilidad (ver gráfico) para contener el interés de ahorradores e inversores, entre los que también han aparecido manos fuertes hasta hace poco reticentes a entrar en este mercado.

bitcoin grafico burbuja

El sesgo anti-status quo del sistema financiero mundial regulado fue el factor que aumentó la popularidad del bitcoin o el ethereum en sus inicios. La aceptación en poco tiempo como método de pago por parte de distintos y diversos actores de la economía en todo el Globo consolidó su existencia, pese a los vaivenes de su cotización o las dudas sobre la liquidez y la seguridad, con problemas y fallos graves y concretos en estos años. Sin embargo, la percepción más propia de una burbuja especulativa clásica de ganar dinero con facilidad y rapidez, a la que aluden los anuncios publicitarios, sin poder justificar su valor intrínseco, ha sido una constante en su existencia, y su cara más peligrosa.

En un comunicado conjunto publicado el 8 de febrero, la CNMV y el Banco de España inciden en que "las criptomonedas, así como los distintos actores implicados en su comercialización directa, no están regulados en la Unión Europea" y "esto implica que si una persona compra o mantiene criptomonedas no se beneficia de las garantías y salvaguardias asociadas a los productos financieros regulados". Apenas unos días después, la propia CNMV emitió una advertencia sobre chiringuitos financieros con una lista de una decena de entidades relacionadas con las criptos sin autorización "para prestar servicios de inversión u otras actividades sujetas a la supervisión" del regulador. "Su fuerte dependencia de tecnologías poco consolidadas no excluye la posibilidad de fallos operativos y amenazas cibernéticas que podrían suponer indisponibilidad temporal o, en casos extremos, pérdida total de las cantidades invertidas", continúa el comunicado.

Los asesores financieros de EFPA no descartan el mercado de criptomonedas

Estas amenazas son, en realidad, reconocibles, y está demostrado que su advertencia no evita la tentación, a la que los propios asesores financieros se niegan a renunciar. EFPA (asociación europea de estos profesionales) no descarta este mercado como alternativa, siempre que suponga un porcentaje pequeño del ahorro, y recomienda informarse en profundidad sobre el tipo de criptomoneda o token -relacionados con rondas de financiación de startups tecnológicas- en que se pretende invertir, y "adquirirlas en plataformas seguras y fiables".

Además, "se necesita un lugar donde poder almacenarlas, las denominadas wallet o cryptowallet", añade EFPA, y señala como mejor opción "una cartera fría o cold wallet, que es un dispositivo parecido a un USB que guarda las criptomonedas y que puede evitar que el hackeo del ordenador nos provoque su pérdida".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky