El jueves 25 de febrero, se conocerá el incremento de la oferta de dinero en la Zona Euro, y se espera un avance del 12,5%. Es la aceleración más acusada de toda la pandemia, justo después de que en Alemania surgieran las primeras preocupaciones sobre la inflación.
El calendario avanza, y también la recuperación económica, pendiente del ritmo de vacunación, con la esperanza de lograr cada vez mayor visibilidad. Y el apoyo de los bancos centrales se muestra inalterable, lo que propicia una abundante liquidez en los mercados financieros que sostiene las subidas de las bolsas, ante la falta de alternativas en la deuda. "Es poco probable que los próximos datos económicos hagan tambalearse a la disposición a asumir riesgo que hay", reconoce Hans-Jörg Naumer, estratega de Allianz Global Investors.
Eso no quiere decir que haya que descartar los sustos. Podrían surgir ante cualquier vacilación del Banco Central Europeo (BCE) o la Reserva Federal (Fed). En la eurozona, ya se han oído las primeras presiones. Desde Alemania, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, comenzó la semana pasada a endurecer su mensaje para intentar allanar el terreno a futuras subidas de tipos de interés.

"Cuando llegue el momento de subir (el precio del dinero), no puede faltar la determinación, incluso si aumenta el coste de financiación para los países altamente endeudados", dijo. Una amenaza que llegó oportunamente antes de que este viernes 25 de febrero se publique el crecimiento de la masa monetaria en enero, con la expectativa de un avance del 12,5%, el mayor de toda la crisis del coronavirus, tras avanzar otro 12,3% en diciembre, y un 11% noviembre.
"El dato de la variación de la oferta dinero M3 de la zona euro será esclarecedor", advierte Hans-Jörg Naumer, quien ironiza con que, "a diferencia del Bundesbank, el BCE ya hace tiempo que no se preocupa del crecimiento de su masa monetaria, pero es y sigue siendo un indicador importante de la abundante liquidez con la que se nos está inundando".
Y para la inflación que tanto temen en Alemania, sobre la que se conocerán algunas cifras el viernes, en Francia, en Japón y también en Estados Unidos.
Antes, el lunes, se hará público el informe mensual del propio Bundesbank, y el índice Ifo de confianza empresarial de febrero en Alemania. "El mantenimiento de las restricciones hasta el 7 de marzo [en el país] explica la cautela", observan en Bankia Estudios. Los indicadores de sentimiento como este último son cruciales para intentar ganar visibilidad en la recuperación económica. Así cobra relevancia, el martes, en Estados Unidos, el dato de confianza del consumidor The Conference Board.
"El jueves, los economistas que siguen el mercado tendrán que hacer horas extras: se publican el clima económico de la zona euro, el índice GfK de confianza de los consumidores de Alemania y otros países del Viejo Continente; asimismo, el indicador adelantado de la Fed de Kansas City y los nuevos pedidos de la industria estadounidense, y las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo de Estados Unidos", resume el experto de Allianz Global Inverstors.
Todo con la temporada de resultados en marcha, sobre la que Geraldine Sundstrom, gestora de carteras en Pimco, opina que "estamos asistiendo a una dramática tendencia al alza en las revisiones de los beneficios corporativos, impulsada por una fenomenal cosecha del cuarto trimestre de 2020".
Pimco: "En 2021 habrá grandes errores de previsión"
"Hay muchos elementos en movimiento que, por supuesto, ya están afectando a las valoraciones de los activos, como la tasa de inflación de equilibrio del Tesoro estadounidense a 10 años, que ha alcanzado sus niveles más altos desde 2014, situándose por encima del 2,2%", continúa la economista, quien considera que, "sin duda, pasará algún tiempo hasta que sepamos dónde aterriza la inflación a finales de 2021, pero los bancos centrales están indicando claramente que mantendrán la calma y un rumbo firme durante el inevitable bache de la inflación".
"El sector servicios sigue siendo el gran perjudicado por las medidas aplicadas para contener el avance de la tercera ola y los empresarios no vislumbran un cambio positivo en el corto plazo", incide el equipo de analistas de Bankia.
"El año 2021 debería ser un año de fuerte recuperación y, naturalmente, en un punto de inflexión como éste puede haber grandes errores de previsión", añade Geraldine Sundstrom, quien concluye que "los mercados podrían adelantarse a sí mismos, pero también podrían ir por detrás de la realidad; las opiniones van a diferir y las dudas seguirán a los periodos de esperanza, pero creemos que la paciencia con una idea clara del destino final ayuda a la construcción de la cartera y a la navegación de la volatilidad".