¿Qué sería de la bolsa española sin dividendos? La retribución al accionista forma parte de su esencia -no ocurre lo mismo, aunque parezca mentira, en otros mercados como el estadounidense-, pero también distorsiona enormemente el comportamiento de las compañías en bolsa, teniendo en cuenta no sólo que las cotizadas pagan dividendo, sino que, además, lo hacen con altas rentabilidades. Y el mejor ejemplo de ello es la diferencia que existe en las cotizaciones de los valores del Ibex con o sin dividendos. Iberdrola es la única de las grandes compañías -tanto por capitalización como por número de accionistas- que se encuentra en zona de máximos históricos, se ajuste el precio a la retribución al accionista o no.
Si se excluye a la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán, las cinco mayores cotizadas españolas según su número de accionistas -Banco Santander, Telefónica, BBVA, CaixaBank y Repsol, sin contar con Iberdrola- deben duplicar su precio, de media, para alcanzar máximos históricos de los últimos 20 años con los dividendos cobrados. Ahora bien, si en la ecuación se excluye la retribución al accionista, esa subida a máximos es de un 336% de media, llegando a superar el 500% en el caso de Telefónica. De hecho, la teleoperadora es la más alejada de su techo histórico de entre los grandes de la bolsa española.

A un 20% de máximos
En un año como 2021, en el que la esperanza de todo inversor es la vuelta a la normalidad prepandemia, el Ibex con dividendos se encuentra a un 20% de batir sus máximos históricos, en los 29.439 puntos que tocó, por cierto, unos días antes de que estallara la crisis sanitaria en Europa en febrero del año pasado. Situación muy distinta es la que vive el Ibex 35 sin añadidos, todavía muy lejos de batir máximos que no pisa desde hace ya catorce años, en casi los 16.000 enteros. El selectivo cotiza prácticamente a la mitad, porque en su cuenta no se incluye la retribución al accionista. Y, para lograr batir su techo histórico debe casi duplicar su cotización actual, sobre los 8.100 enteros.
Comparado con los índices europeos, el selectivo nacional es el más alejado de sus máximos si se tienen en cuenta los dividendos. El Cac parisino está a una subida del 4% de alcanzarlos; el Mib italiano, a poco más de un 2%; y el Dax 30 no cuenta, básicamente, porque es el único de los grandes índices europeos total return -es decir, que ya incluye la retribución al accionista- y se encuentra en zona de máximos históricos. Si no se incluyen en la ecuación los dividendos, la bolsa italiana también debe duplicar sus niveles actuales para tocar máximos históricos, en la zona de los 46.448 puntos; el EuroStoxx se encuentra a una subida del 45% de lograrlo, y el Cac parisino, el más cercano junto al Dax, está a una revalorización del 15%.
Telefónica, muy lejos
La teleoperadora presidida por José María Álvarez-Pallete sube un 26% desde que se inició el rally en noviembre tras el anuncio de la vacuna de Pfizer. Actualmente, es la sexta firma por ponderación del Ibex -con un 4,77%- después de subir un puesto desde entonces en detrimento de Cellnex Telecom, que cae desde el cuarto escalón al séptimo en menos de tres meses.
Telefónica parece haber despertado, aunque no tanto como para recuperar sus máximos históricos, más en su caso con un dividendo tan suculento. La acción debería subir más de un 500% para volver al techo que tocó en la previa a la crisis de 2008, en los casi 23 euros. Según datos recopilados por Bloomberg, la teleoperadora ha repartido 11,94 euros brutos por título a sus accionistas en concepto de dividendos en las dos últimas décadas. Si en la ecuación se deduce este dividendo al haberlo percibido, el máximo histórico de Telefónica es de 9,92 euros, de lo que le separa actualmente una revalorización del 165%.
¿Es la firma que más ha retribuido entre sus inversores en dos décadas? No. De entre las seis mayores firmas del Ibex, Iberdrola es la primera. Por cada título de Iberdrola comprado hace 20 años, el inversor ha percibido 22,01 euros brutos en dividendos. En el caso de Repsol, esta cifra asciende a 16,2 euros brutos. Una mayor cuantía no garantiza, en todo caso, un dividendo más rentable ya que depende del precio. Menos generosa, aunque igual de rentable debido al desplome bursátil del sector, ha sido la banca. BBVA lidera con 7,5 euros por título distribuidos en el acumulado desde enero de 2001; seguido de Santander con 7,5 euros y, por último, CaixaBank, quien desde 2007 ha distribuido 2,32 euros por acción.
En el caso de los dos gigantes bancarios, Santander y BBVA, su situación es muy similar. Con los dividendos cobrados desde 2001, de media, se encuentran a una distancia de subida del 125%, algo más alejada la entidad azul, para encumbrar su techo histórico que está en 5,69 euros para Santander y 9,62 para BBVA. Si en ese cálculo se excluyen los dividendos, el máximo histórico llega a 13,18 y 19,29, respectivamente, lo que implicaría subir un 385% de media.
Una distancia 'intransitable'
De las diez firmas con un mayor número de accionistas, Banco Sabadell es el valor que se encuentra en la actualidad a una mayor distancia de sus máximos históricos. En los últimos 20 años, la entidad catalana ha abonado un total de 10,05 euros en concepto de dividendo a sus accionistas, según datos ofrecidos por Bloomberg. Sin esta cantidad en su cotización, Sabadell se encuentra a un 1.500% de subida de volver a máximos históricos que logró antes de que la crisis financiera estallara hace más de una década, en los 6,22 euros. Con los dividendos cobrados ese techo son los 4,06 euros, de lo que le separa una subida del 948%.
En la actualidad, el banco que preside Josep Oliu es el único de los ocho cotizados que podría dejar en suspenso su retribución al accionista, también con cargo a 2020, según los analistas. Teniendo en cuenta que el Banco Central Europeo (BCE) ha limitado los dividendos a un máximo del 15% de payout sobre el beneficio de 2020, Sabadell, según las estimaciones del consenso, no abonaría más allá de 0,004 euros. Con cargo a 2019, solo distribuyó 0,02 euros de los 4 céntimos en total previstos.
Siguiendo con el ranking de las diez mayores firmas españolas por número de accionistas, otra entidad, Bankia, es la segunda más alejada de los máximos que hizo en su nueva etapa, a partir de 2013, después de haber sido rescatada por el Estado. La entidad marcó máximos en bolsa con dividendos en los 4,9 euros. Para volver ahí necesitaría revalorizarse un 236%; y hasta un 340% si aspirara a lograr sus máximos ajustados a la retribución, que encuentra en 6,42 euros. Con un único pago anual desde que lo aprobó en 2014, ahora el futuro de la retribución a sus accionistas pasa por lo que decida CaixaBank que es, por cierto, la mejor posicionada de cara al dividendo, ya que mantuvo su intención de un payout del 30%. En principio, cuando expire el veto del BCE en septiembre, a priori, debería volver a esta senda. Se esperan 3 céntimos por acción hasta entonces, que rentan un 1,4%.
Telefónica lidera con un 9%
Las subidas de los últimos tres meses en el Ibex, junto a la suspensión de algunos pagos, han llevado a la rentabilidad por dividendo conjunta del índice a caer hasta el 2,9%. Esto es menos que lo que ofrecen otros parqués como el londinense -en el 3,15%- y el italiano -en el 3%. El Dax se sitúa en un 2,6% y el Cac de París se ha descolgado ya del 2%. Esta contención en las retribuciones, que llegó a ser desorbitada en los peores momentos de mercado de 2020, también se ha extendido a las cotizadas.
Prueba de ello es que Telefónica, que cuenta con el dividendo más rentable de todo el Ibex, ha moderado el retorno de sus dos pagos anuales hasta el 9%, cuando llegó a superar el 14% incluso el año pasado. Los analistas siguen descontando un recorte de 5 céntimos, de 40 a 35 céntimos para el dividendo a pagar con cargo a 2020, del que ya se abonó el primero de los dos pagos y se mantiene el formato en 'scrip' (o en acciones). A la espera de que el 25 de febrero la teleoperadora publique sus cuentas anuales, el consenso prevé que el beneficio caiga a la mitad, hasta los 1.700 millones -si la comparativa se realiza con las ganancias sin extraordinarios del año anterior, en 3.574 millones-. Enagás cuenta con el segundo dividendo más rentable del Ibex, por encima del 9%. La gasista cumplirá con su hoja de ruta y abonará 1,68 euros con cargo a 2020. La previsión es alcanzar una retribución de 1,74 euros en 2023, según su plan estratégico. Con una rentabilidad de entre el 8% y el 7% figuran otras dos utilities. Se espera que Endesa abone un total de 1,82 euros con cargo a 2020, falta por confirmar exactamente la cuantía, pero irá en la línea que contempla su plan, cercano a los 1,9 euros. Naturgy -está confirmado- abonará 1,44 euros sobre los resultados del año pasado.
En este grupo también destaca Mapfre, con un retorno previsto del 7,6% a pesar de la caída de su dividendo. Pasará de 0,147 a 0,12 euros, según el consenso. Y la gran duda sigue siendo la banca. De momento, no van más allá de un 1% de rentabilidad a la espera de que el BCE dé el visto bueno a los dividendos propuestos por las entidades antes del 15 de enero.