
El Banco Central Europeo (BCE) ha dado una patada hacia delante en las limitaciones que impone al sector financiero en el pago de dividendos. Su nueva fecha límite para pronunciarse será el 30 de septiembre del próximo año y, hasta entonces, los bancos se ceñirán a un corsé estricto que limitará sus pagos y que llevará la rentabilidad de los dividendos de la banca española a niveles del 1,7%, de media, como mínimo hasta octubre.
El máximo permitido para retribuir será el 15% del beneficio neto acumulado entre 2019 y 2020 -aunque hay letra pequeña- o, si resultase inferior, el 0,2% del capital CET1 de cada entidad. En todo caso, el BCE deberá supervisar cada propuesta concreta de reparto de dividendos, pero el sector cree que se dará prioridad a quienes tengan exceso de capital -esto permitirá pagar con cargo a reservas de libre disposición- y habrá que fijarse menos, por tanto, en los resultados. Antes del 15 de enero todas las entidades deben enviar su propuesta a Fráncfort y queda prohibido de manera expresa que los bancos anuncien su política de retribución antes de recibir el visto bueno.
Estas medidas del banco central han dejado sin validez cualquier estimación de dividendo previo. Los analistas calculan que la rentabilidad de los pagos de la gran banca europea menguará hasta cotas del 1% al 2%. Ese nivel en España tan solo lo superarán dos entidades, Unicaja y Liberbank, que son, además, las únicas que no retribuyeron con cargo a los resultados de 2019.
Las más rentables
Unicaja y Liberbank, a días de anunciar los términos de su fusión, contarán con dividendos del 3,2%, pagaderos en 2021, que serán los más atractivos del sector en España. Siguiendo las recomendaciones del BCE, la entidad con sede en Málaga distribuirá cerca de 0,023 euros por acción -sobre los resultados de 2020-. Ese cálculo contempla un beneficio neto estimado para este año de 80 millones de euros, que da un total de 245 millones junto a 2019, con lo que Unicaja podría distribuir hasta 37 millones entre sus accionistas, ajustándose al 15% de payout permitido por el BCE antes de septiembre, ya que no distribuyó dividendo alguno en 2019. Y este dato es importante, ya que quienes sí lo hicieron -que son todos los bancos, a excepción de Unicaja y Liberbank- deben aplicar el criterio de un máximo del 15% permitido solo al beneficio neto de 2020, un año en el que se espera una caída media del 55% para siete de las ocho entidades cotizadas, sin contar las pérdidas de cerca de 8.500 millones que se prevén para Banco Santander.
Según explica el BCE, a criterios permitidos hay que añadir "posibles impactos en la cuenta de pérdidas y ganancias, deterioro de activos" y un largo etcétera de excepcionalidades derivadas de la pandemia. Fuentes de varias entidades nacionales reconocen "el desconcierto" y las "dudas" que generan las nuevas medidas impuestas por Fráncfort.
En todo caso, y al igual que sucede con Unicaja, Liberbank -que canceló el dividendo de 2019- contará con unos 26 millones de euros para repartir entre sus accionistas, lo que, por acción, representa 0,009 euros, y renta un 3,2%.
El pago máximo del resto de entidades hasta septiembre, cuando debería "derogarse" esta limitación, según Goldman Sachs, rondará una rentabilidad de entre el 1,3% de CaixaBank y el 0,5% de Bankia y BBVA, aunque para esa fecha la fusión entre la ex caja catalana y la madrileña debería ser una realidad.
Falta Banco Santander, por la particularidad de las cifras que se manejan. En principio, la entidad que preside Ana Botín no podría repartir dividendo si se aplica el criterio que afecta al beneficio por las pérdidas históricas que se esperan para 2020, sobre todo por provisiones. Y, en este punto, se abren dos opciones. La primera es que Fráncfort autorice el pago con cargo al capital CET1 de la entidad. Esto implicaría que Santander dispone de unos 1.300 millones de euros para retribuir, lo que en acciones supera los 7 céntimos.
La otra vía es esperar a octubre -como pueden hacer el resto de entidades- para repartir su dividendo que, por cierto, ya aprobó en junta de accionistas. La entidad se comprometió a abonar 10 céntimos en metálico con cargo a reservas en 2021. Santander ha sido la única entidad que ha esquivado las indicaciones del BCE este año, con el reparto del equivalente a 0,1 euros por acción entre sus accionistas a través de una ampliación de capital liberada. Fuentes del sector se muestran confiadas en el futuro porque, dicen, "si son capaces de generar capital en 2020 podrán estar en mejores condiciones para pagar dividendos". "Los bancos estamos preocupados por retribuir a nuestro accionista minoritario y no hay que olvidar que un exceso de capital mina la rentabilidad", señalan desde otra entidad.