
No hay ninguna teleco de entre las 30 mayores de toda Europa que haya caído más que Telefónica desde que comenzó el año. Lo cierto es que este sería un titular impactante si no tuviese a Telefónica como protagonista, la cual ya tiene más que acostumbrados a sus accionistas a ser la más castigada pese a no ser la peor alumna de la clase.
Desde que comenzó el año, las acciones de la empresa presidida por Álvarez-Pallete han perdido el 49% de su valor. La caída se puede decir que ha sido en dos tramos. El primero, ligado al crash bursátil comenzado en la última semana de febrero, donde se perdió en torno a un 40%. El segundo, a partir de junio, que elevó estas pérdidas hasta el 55%, llevando a Telefónica a cotizar por debajo de los 2,80 euros por acción por primera vez en la historia. Desde ahí, ha conseguido recuperar algo más de un 21%. "Creo que ha sido demasiado penalizada y que el mercado no ha recogido ni el valor por partes de su negocio ni las últimas buenas noticias que han ido dando, pero esto ya pasaba antes y Telefónica nunca termina de tirar", apunta Juan Peña, analista de GVC Gaesco. "Creo que ya es una cuestión de la imagen que tienen los inversores de la compañía", añade.
Este mayor castigo ha dejado a Telefónica cotizando con un descuento por PER -veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción- de más del 70% frente a la media del sector europeo para 2021. Este descuento es el mayor de la historia, según el consenso de analistas que recoge FactSet. Por ponerlo en números, la firma española se compra a un PER de 7,1 veces de cara a sus beneficios de 2021, mientras que la media de las 30 grandes de esta industria es de 29 (se incluyen los operadores de torres).
Tal y como aseguraba el director de Relaciones con Inversores de Telefónica, Pablo Eguirón, en la jornada de "Empresas que crean valor para el accionista" de elEconomista celebrada el pasado martes, "no tiene tiene ningún sentido que Telefónica esté cotizando por debajo de PER 10 cuando es la compañía que mejor está preparada para el futuro por las inversiones que ya ha realizado". El propio Eguirón comentaba que están cotizando con un descuento del 40% por free cash flow yield (rentabilidad del flujo de caja libre) frente al resto del sector y que éste se está comprando con un 25% de descuento por PER frente a su media histórica. Para los analistas de Citi, "la rentabilidad/riesgo que ofrece ahora mismo Telefónica está equilibrada", aunque tiene "un gran valor oculto en sus activos y en un eventual escenario de consolidación en el sector".
Precisamente porque tiene una cuota de mercado superior al 38% en España (atendiendo a la base de clientes de banda ancha), Telefónica no puede jugar un papel protagonista en esa consolidación, lo que no quiere decir que no se vaya a beneficiar cuando se produzca ya que los cinco grandes operadores han elevado la competencia en precios y reducido los márgenes durante los últimos años. "Esto ha sido lo que más ha pesado sobre Telefónica, ya que al ser el líder, es la compañía que más espacio tenía que perder con la llegada de los nuevos operadores", indican desde GVC.
Sin embargo, ni los inversores ni los analistas creen de verdad en una recuperación importante de Telefónica, al menos a corto plazo. El consenso de analistas que recoge FactSet le concede una recomendación de mantener mientras que Deutsche Telekom, Cellnex, Orange o Vodafone tienen colgado el cartel de compra.
En Morgan Stanley sí creen que 2021 puede ser un buen año para las grandes telecos "ya que la pandemia ha acelerado la digitalización y la reducción de costes, además de que las caídas en bolsa han acercado la consolidación". En el caso de Telefónica, creen que "su valoración es la más atractiva dentro de las grandes pero la visibilidad del desapalancamiento es limitada, así como la del crecimiento en España y la presión macro en Latinoamérica". A favor, estaría Brasil y Alemania, según el banco de inversión.
Precisamente en Brasil ha anunciado que liderará la consolidación del sector, algo que debería cotizar positivamente al alza, pero que ha quedado oscurecido por la depreciación del real en los últimos meses. "La divisa brasileña debería debería empezar a sumar antes o después y reflejar también que Brasil es uno de los mejores mercados para Telefónica", explica Peña.
Sin duda, el principal contrapeso a su acción es el apalancamiento, que este año se situará en 3,2 veces su ebitda, algo que desde Deutsche Bank creen que debe atajar definitivamente con la venta de sus activos de infraestructuras, esencialmente las torres de Telxius y la fibra desplegada.