
"Sí, es algo que podría pasar", ha afirmado esta mañana Hannah Simons, responsable de Estrategia de Sostenibilidad de Schroders, en una mesa redonda sobre sostenibilidad organizada en el marco de la Conferencia Anual de Morningstar, que este año se ha desarrollado de forma virtual. "Si nos fijamos en las compañías que están dentro de fondos sostenibles, vemos que en los últimos meses se han comportado increíblemente bien en comparación con los benchmarks tradicionales".
Está claro que se está viendo "más dinero circulando en un universo más pequeño de compañías, lo cual podría impulsar una burbuja", ha comentado, a una pregunta de la moderadora.
"Pero parte del trabajo de los gestores es, precisamente, no invertir solo en las compañías más sostenibles, sino en las que están realizando esa transición", lo que permitirá a los inversores beneficiarse de futuras alzas en los precios. "Sí, podrías ver esa burbuja, pero se trata de identificar a las compañías que se beneficiarán de ser cada vez más sostenibles", ha añadido.
También hicieron referencia las ponentes a las dudas que puedan surgir a los asesores que empiezan a hablar sobre sostenibilidad con sus clientes, y en particular sobre cómo acotar su interés por la Inversión Socialmente Responsable (ISR). "Los asesores están aprendiendo a formular buenas preguntas a sus clientes para entender sus preferencias, y es crítico que ese proceso no se convierta en un ejercicio de marcar casillas", señaló Simons. Es importante saber qué quiere exactamente ese cliente. "¿Quiere integrar la sostenibilidad desde una perspectiva financiera, es decir, como una forma de controlar los riesgos? ¿O aspira a tener un impacto mucho más significativo con su inversión, y centrarse en inversiones que se dirigen a objetivos muy específicos, a un impacto social?", ha reflexionado.
Respecto a la regulación para este tipo de activos que está preparando la Comisión Europea, Sheila ter Laag, responsable global de especialistas ESG en BNP Paribas AM, destacó que la taxonomía "ofrecerá un marco y un lenguaje común para los productos financieros", y contribuirá a acabar con el denominado greenwashing (el uso de la etiqueta verde con meros fines marquetinianos).