
A la espera de uno de los mayores catalizadores de mercado que pueda haber a estas alturas del año -las elecciones en EEUU, para las cuales solo restan 10 sesiones-, los principales selectivos de renta variable de uno y otro lado del Atlántico siguen dando tumbos en medio del rango lateral que definen a lo largo de los últimos meses, movidos por las noticias que van salpicando a inversores y analistas
La temporada de resultados con compañías como Iberdrola o Netflix dando a conocer en las últimas horas sus cuentas trimestrales, o el avance en las negociaciones para encontrar un acuerdo entre demócratas y republicanos que sirva para alcanzar un pacto de estímulo económico en la principal potencia económica del planeta, favorecen el interés de los alcistas.
Sin embargo, todos estos elementos de expectativa positiva, se ven compensados con el temor en el ámbito tecnológico que ha generado la demanda contra Google que ha interpuesto el Departamento de Justicia de Estados Unidos, quien la acusa de abusar de su monopolio en el negocio de búsquedas online. Una decisión que se postula como el primer revés antimonopolio contra una compañía patria en más de dos décadas y que puede ensombrecer cualquier catalizador positivo dado el peso de la tecnología en los índices.
¿El resultado? el tono de indefinición (mixto en la jornada de ayer) que se está viendo en muchas sesiones en las bolsas europeas. "Estos movimientos reflejan a la perfección la situación de lateralidad en la que nos encontramos", señala Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.
"El EuroStoxx 50 se encuentra muy cómodo cotizando en la parte central del amplio lateral que viene acotando la consolidación durante los últimos meses y que tiene como base y soporte los 3.000-3.050 puntos y como techo y resistencia los 3.350-3.400 puntos, que es el rango que debe superar para que se puedan favorecer alzas sostenibles en próximos meses", explica el analista técnico.
En el caso del Ibex 35, la subida de ayer llevó al selectivo español a aproximarse a la zona de resistencia que encuentra en los 7.110 puntos, cuya ruptura sería indicativa de una fortaleza que alejaría los riesgos de ver una corrección a la zona de soporte de los 6.420 puntos y que "podría abrir la puerta a un contexto potencialmente alcista en próximas semanas, con el permiso de Wall Street", afirman los analistas de Ecotrader.
En este contexto y a la espera de que aparezca la presión compradora necesaria para que pueda tomar cuerpo la hipótesis de ver nuevos altos de todos los tiempos en Wall Street, el euro/dólar ha logrado de nuevo batir los 1,185 dólares por euro reiterando así los objetivos que desde Ecotrader se manejan para ellos en los 1,2550 enteros e incluso los 1,28-1,30 dólares por euro, "algo que encajaría con una vuelta del índice dólar a los mínimos de 2018", sentencia Cabrero.