
Llevamos varios años muy complicados desde el punto de vista de la gestión de las inversiones. Hemos vivido en un entorno de fuertes políticas monetarias y fiscales que sin duda han contribuido a un ciclo expansivo de gran envergadura, caracterizado por valoraciones elevadas de los activos de riesgo y unos tipos de interés muy bajos a nivel mundial.
Adicionalmente, 2020 nos ha deparado grandes cambios y ha complicado aún más la toma de decisiones de inversión. El comportamiento de los índices en todo el mundo ha mostrado fuertes variaciones y destacadas diferencias entre ellos, pero también ha puesto de manifiesto la existencia de dos grandes temáticas que, aunque no son nuevas, han tomado un impulso relevante en poco tiempo.
Una ha sido la mejora en perspectivas y en valoración de las acciones tecnológicas, principalmente las grandes compañías americanas, más conocidas como los FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google), que han impulsado fuertemente los índices que las contienen, tendencia que ha sido más que comentada por los medios de comunicación.
Las inversiones con criterios sostenibles y la obtención de mejores retornos para los partícipes no son conceptos antagónicos
Pero, aunque algo más desapercibidas, debemos destacar el comportamiento favorable de ciertas temáticas más ligadas a la inversión con criterios ASG. Algunas de ellas, como las inversiones en compañías relacionadas con la salud y bienestar, el cambio climático y medio ambiente y el agua limpia y saneamiento, han tenido un buen comportamiento relativo, impulsando la rentabilidad de los fondos sostenibles en sus distintas variedades.
Muchas de estas compañías desarrollan productos y procesos innovadores, modelos de negocio poco convencionales, con buenas perspectivas de crecimiento. Estas temáticas están también muy alineadas con las megatendencias actuales (envejecimiento de la población, escasez de recursos, ahorro energético, polución, desigualdad...).
No debemos olvidar tampoco, dentro de las inversiones con criterios ASG, el buen comportamiento de los activos de renta fija. El mercado ha valorado el atractivo del gran número de emisiones de bonos verdes y de bonos sociales. Y, dentro de estos, las recientes emisiones de bonos Covid-19.
Si algo positivo podemos sacar de la crisis sanitaria que estamos viviendo, es que estos valores han salido muy fortalecidos, los inversores claramente están poniendo el foco en materia de medio ambiente, gobierno corporativo y social.
Esta tendencia de las inversiones con criterios sostenibles y su buen comportamiento reafirma nuestra convicción de que su utilización y la obtención de mejores retornos para los partícipes no son conceptos
antagónicos, sino que reman en la misma dirección.