No hemos acabado el año 2019, pero casi podemos arriesgarnos a calificarlo como un año excepcional desde el punto de vista de las rentabilidades obtenidas para nuestros clientes.
Los datos oficiales de los que disponemos hasta el cierre de octubre nos muestran una rentabilidad media del conjunto de sector del 5,68 por ciento, ocho veces la inflación del periodo. Pero lo más significativo es cómo se alcanza esta rentabilidad.
En primer lugar, ha sido un año bastante consistente en cuando a la obtención de retornos positivos, únicamente encontramos dos meses en el año con retrocesos, y no de importes elevados.
En segundo lugar, todas las categorías de fondos, desde los monetarios (ya casi inexistentes) hasta los puros de renta variable presentan rentabilidades positivas, por lo que podemos decir generalizando que es difícil encontrar fondos que este año se hayan visto mermados por la rentabilidad.
La recomendación sigue vigente: si queremos rentabilizar nuestro ahorro, tenemos que asumir riesgo
Es cierto que las diferencias son importantes, desde el 0,59 por ciento de los fondos de renta fija de corto, hasta el casi el 20 por ciento de los fondos ligados a la renta variable americana. Este último activo vuelve a confirmarse, al igual que ha sucedido en los últimos años, como la inversión estrella tanto por la evolución de su índice como por la divisa, si lo vemos desde el punto de vista del inversor europeo.
Pero quizás lo que más nos está sorprendiendo del año no es el excelente comportamiento de la renta variable, sino el de la renta fija, ya que tanto la pública como la privada han volado a lo largo de los meses.
Si nos retrotraemos a principios de año, todas las estimaciones nos auguraban un ejercicio con escasa rentabilidad en las carteras y perfilados más conservadores, es decir, aquellos con una mayor concentración en activos de renta fija. De ahí el interés por hacer entender a nuestros inversores y ahorradores que era necesario asumir algo de riesgo para poder obtener, al menos, una rentabilidad positiva.
La realidad ha sido muy diferente. No solo los fondos de renta fija se han comportado de manera positiva, sino que los fondos perfilados conservadores de las principales entidades gestoras españolas están obteniendo rentabilidades entre el 3,5 por ciento y el 5,5 por ciento
Aun así, creo que la recomendación de años anteriores sigue íntegramente vigente y cada vez con mayor intensidad: si queremos rentabilizar nuestro ahorro, tenemos que asumir algo de riesgo, dada la actual situación y perspectivas de los tipos de interés.