En las ocho sesiones que transcurrieron del 21 al 31 de julio, el Ibex 35 corrigió un 8,2%, llegando hasta los 6.877 puntos, de los que hoy no dista tanto. Esto provocó el pasado viernes que una cuarta parte de la bolsa española -una treintena de firmas cotizadas en total- se encontrara o en mínimos del año o a menos de un 5% de caída de volver a ellos. Hoy el contexto algo ha mejorado -el Ibex recupera algo más del 1% desde el viernes pese a la caída de este jueves- y son 17 compañías las que se encuentran en esa misma situación, lo que supone cerca del 13% del mercado nacional -excluyendo MAB (Mercado Alternativo Bursátil)-.
De ellas, Telefónica y Grifols marcaron el jueves un nuevo mínimo anual, tras ceder un 3,9% y 0,4%, respectivamente, junto a las pequeñas firmas Vocento y AmRest -que cotiza en un listing en España-. También figuran grandes como Banco Santander, BBVA e Indra.
Pero la situación de Telefónica va más allá. Se trata de niveles no vistos desde 1996. La teleoperadora, que marcó ya un suelo en los 3,68 euros en el crash del mercado el pasado 16 de marzo, hoy cotiza un 7% por debajo de ese nivel. La firma que preside José María Álvarez-Pallete lleva años sin encontrar un catalizador, como tampoco lo fueron los resultados semestrales que publicó la semana pasada. En lo que va de año acumula una caída del 45% -frente al 27% del Ibex-. Lo que, considerando que el dividendo se ha mantenido estable en 0,40 euros (aunque en formato scrip), ha disparado su rentabilidad hasta el 11,7% máximos de 2011.
"Dado el mal comportamiento de la acción desde los máximos de febrero [en 6,54 euros] no esperábamos un impacto relevante de los resultados", afirman desde Banco Sabadell, que consideran que la compañía ya está suficientemente golpeada por "el tipo de cambio y el Covid-19", a pesar de que "ha fortalecido la generación de caja y ha reducido la deuda". Telefónica calcula un impacto por la depreciación de las divisas sobre su oibda de 297 millones a junio. El beneficio operativo cayó un 25%, hasta 3.315 millones de euros.
Grifols, en mínimos, sorprende porque en tres meses ha dado la vuelta a su situación en bolsa. La corrección desde el máximo del año -a su vez histórico para la firma- que hizo justo el día previo al crash, el 21 de febrero, en 34,19, roza ya el 29% a cierre del jueves. "La evolución en bolsa ha sido desfavorable desde febrero. Creemos que las tensiones comerciales entre China y EEUU junto con la debilidad del dólar explican este mal comportamiento", aseguran los analistas de Bankinter, aunque esta situación está lejos de mejorar. El par hizo mínimo en 1,06 en marzo y ahora cotiza en 1,184 dólares, un 12% por encima. Más del 60% de los ingresos de la farmacéutica provienen de EEUU.
A menos del 2% de sus mínimos anuales figuran, además, otras cinco compañías: GAM, Iberpapel, Zardoya Otis, Coca-Cola European Partners e Indra. La tecnológica entró en pérdidas -75 millones- en el semestre ante el impacto del Covid. Desde Bankinter creen que "en la caída en el año" del 37% "refleja ya en gran parte este complicado escenario de incertidumbre". Cotiza en mínimos de 2012.
Y otras ocho sitúan sus mínimos anuales a menos del 5%. Son Bodegas Riojanas, Nueva Expresión Textil, Realia, Santander, Alantra, Prisa, Pescanova y BBVA. La entidad presidida por Ana Botín es la quinta por la cola en el año dentro del Ibex, con pérdidas del 48%. Cerró este jueves en 1,87 euros, a un paso de mínimos del año 1992. El desplome de las divisas, sobre todo la brasileña, también está impactando en sus cuentas, así como el peso mexicano para BBVA, que cotiza en 2,6 euros, tras perder el jueves un 2,3%.
