
La semana que viene el Banco Central Europeo (BCE) vuelve a reunirse y, después del aumento de estímulos que llevó a cabo en junio el organismo, todo apunta a que en julio no habrá sorpresas ni cambios de ningún tipo en el rumbo de la política monetaria en la zona euro.
Es la sensación que han dejado las declaraciones de Christine Lagarde, presidenta del BCE, en una entrevista publicada el martes en Financial Times. La francesa destacó cómo en este momento el organismo se está dedicando a analizar la situación económica, antes de tomar nuevas medidas.
"Hemos hecho ya tanto que tenemos algo de tiempo para analizar con cuidado", explicó la francesa al diario británico. De este modo, todo apunta a que el jueves de la semana que viene el BCE mantendrá el piloto automático con sus medidas, a la espera de tener más detalles sobre el impacto del Covid-19, o algún tipo de imprevisto.
En cualquier caso, parece el BCE parece ser ahora moderadamente optimista con sus expectativas económicas, teniendo en cuenta los últimos comentarios que han hecho varios miembros destcados de la institución.
Isabel Schnabel, por ejemplo, miembro del Consejo de Gobierno de la entidad, destacó el martes que la recesión podría ser más suave de lo esperado hasta ahora, unas declaraciones en línea con las de Luis de Guindos, quien ha señalado que "los datos macro recientes invitan a ser un poco más optimistas en cuanto al crecimiento".
Lagarde se abre a usar criterios climáticos en sus compras
La presidenta del BCE también dejó un mensaje destacable en cuanto a los cambios que podría experimentar el organismo que dirige en los próximos meses.
Hay que recordar que, aunque se haya retrasado, el organismo tiene marcado en el calendario una revisión de toda su estrategia que podría desembocar, el año que viene, en cambios importantes en la forma de actuar y de analizar la economía por parte de la institución.
En este sentido, por primera vez Lagarde se ha abierto claramente a incluir criterios de cambio climático en los programas de compras de deuda del BCE. En los últimos meses han surgido críticas por parte de algunos círculos en torno a que el organismo haya financiado a sectores muy contaminantes, como la industria petrolera.
"Voy a explorar todas las posibilidades disponibles para combatir el cambio climático", señaló Lagarde; "es algo en lo que tengo una fuerte convicción", zanjó.