Los fondos de inversión han resistido de manera sorprendente los embates del CovidCrash. Los datos recopilados por la consultora Vdos muestran suscripciones netas en junio por valor de 266 millones de euros, con datos hasta el día 17, lo que constituiría el segundo mes con entradas de dinero en los fondos y remarcaría una tendencia de incipiente recuperación. El mes pasado, las suscripciones netas fueron solo de 62 millones de euros, aunque la cifra es representativa teniendo en cuenta que en abril todavía se produjeron reembolsos netos, por valor de 122 millones, según los datos de Inverco.
Si se considera que en marzo las salidas de dinero ascendieron a 5.571 millones de euros –por el miedo que produjeron a mediados de ese mes las fuertes caídas de los mercados–, se puede comprobar hasta qué punto los reembolsos netos no han perjudicado tanto a los fondos de inversión, que solo se anotarían en estos últimos cuatro meses (desde marzo a junio) salidas acumuladas de dinero por valor de 5.365 millones de euros (teniendo en cuenta que la cifra provisional de 266 millones de suscripciones netas en junio podría ser mejor a cierre de mes), cifra que representa tan solo un 27% de lo que perdieron en los meses posteriores a la caída de Lehman Brothers (en el último cuatrimestre de 2008), que ascendió a 19.637 millones de euros. Solo en octubre de aquel año, al mes siguiente de la defenestración del banco de inversión norteamericano, las salidas de dinero de fondos de inversión ascendieron a 8.000 millones de euros, el peor dato de los últimos 13 años.
Es cierto que la rapidez de la caída de los mercados en marzo no dejó apenas tiempo de reacción a los inversores. Solamente los más temerosos cursaron órdenes de retirada de dinero, como se demuestra en el hecho de que las categorías con mayores reembolsos netos fueron las de renta fija a corto plazo, con 1.590 millones de euros. Y la posterior recuperación de las bolsas, como reacción a las medidas de estímulo de los bancos centrales, está propiciando que los inversores hayan podido recuperar parte de las pérdidas desde entonces, si han mantenido su inversión.
De hecho, la revalorización de las carteras por el efecto mercado ha permitido a los fondos poder compensar los flujos brutos y que el saldo patrimonial se sitúe en 257.533 millones de euros, casi un 7% menos del volumen patrimonial con que terminaron el año pasado, pero un 4% más de lo que manejaban a finales de marzo, según datos de Inverco.
¿Un movimiento brusco que apenas ha dejado tiempo de reacción a los inversores o una mayor maduración de las decisiones de inversión? Pese a lo rápido que fue la caída del mes de marzo, lo cierto es que los inversores han mostrado menos inquietud que en anteriores crisis, entre otros motivos porque no tuvieron tiempo de analizar y, como subrayan los expertos, porque la salud se situó como la principal prioridad en ese momento.
Los depósitos como alternativa
Pero el cambio en la composición de las carteras y en los productos de inversión experimentado en los últimos años también puede explicar en parte el comportamiento de los inversores. José María Luna, socio fundador y director de inversiones de Luna Sevilla Asesores Financieros, señala que en 2008 y los años posteriores los depósitos bancarios se convirtieron en el refugio predilecto, aparte de que los activos de renta fija ofrecían rentabilidades más que atractivas en algunos casos, como la deuda soberana de los países periféricos europeos.
Pero ahora "ya no hay alternativas a la renta variable, como mucho la liquidez, por lo que muchos inversores, bien asesorados, prefirieron esperar al rebote de las bolsas, como ocurrió en la penúltima caída importante, a finales de 2018, a la que siguió un rally inesperado de las bolsas el año siguiente", remarca.

Marta Díaz-Bajo, directora de Análisis de Fondos de atl Capital, subraya la incapacidad de los inversores para reaccionar, al tiempo que los inversores trataban de comprender los movimientos de los mercados. Y destaca una diferencia fundamental: "Cuando se produjo la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008, las bolsas ya llevaban meses experimentando fuertes caídas y los inversores ya habían comenzado a notar los efectos de la crisis en la economía real", una diferencia con la situación actual, en la que, de momento, no se ha producido ese desacoplamiento entre los mercados financieros y los activos reales.
Gestión discrecional
El mayor peso de los fondos perfilados y la gestión discrecional de carteras en la industria de inversión también podría explicar una parte de esta menor retirada de dinero en fondos desde el CovidCrash. En 2008 los fondos internacionales solo manejaban en España 30.000 millones de euros de patrimonio, una cifra que casi se ha sextuplicado hasta alcanzar los 176.000 millones de euros, con datos del primer trimestre de 2020. Por su parte, la gestión discrecional ya acapara 80.000 millones de euros y 720.000 contratos de carteras, de los que el 93% son de clientes minoristas, con una inversión media de 104.000 euros. Un segmento que ha ido aumentando gracias al impulso provocado por Mifid II, que diferencia entre asesoramiento y comercialización.