Barón, Conde, Marqués y Duque son los principales títulos que han engalanado a la aristocracia a lo largo de la historia e, independientemente del noble en cuestión, el que ha emitido ese título y dado sentido a todo este sistema ha sido el Rey. También en el mundo de la inversión ha existido esta aristocracia, formada por aquellas firmas que, sin interrupción, han incrementado sus pagos a los accionistas cada año a lo largo de los últimos 25.
Sin embargo, estas se quedan en un segundo escalafón ya que la historia de la inversión también ha guardado un espacio para los Reyes del Dividendo, denominados así al acumular 50 años o más aumentando la retribución que cada ejercicio reparten entre sus accionistas. Lo particular en este caso es que en el mercado norteamericano, que es de donde se ha podido extraer una serie histórica tan larga, hay hasta 22 compañías que se pueden poner la corona.
Estas son Johnson & Johnson, Procter & Gamble, Coca Cola, Lowe's, 3M, Colgate, Emerson, Hormel Foods, Parker Hannifin, Dover, Genuine Parts, Nordson, Cincinnati Financial, Federal Realty, Lancaster Colony, American States Water, Tootsie Roll Industries, California Water Service, Stepan, ABM Industries, Northwest Natural y Farmers y Merchants Bank.
En un momento en el que una gran parte de las empresas están recortando, atrasando o cancelando sus dividendos, la seguridad de aquellas que mantienen de forma inequívoca su compromiso con los accionistas puede ser un vector atractivo a la hora de formar una cartera. Desde Schroders calculan que se reducirán entre un 25 y un 50% los dividendos a nivel global, "y esto solo ha pasado una vez en la historia, tras la Crisis Financiera Global". "Los mercados bajistas de dividendos se prolongan más que los de acciones, que tienden a reaccionar antes de que la economía mejore, mientras que los dividendos tardan más en recuperarse, casi cinco años de media", añaden desde la gestora.
"Sanidad, suministros públicos, consumo básico, tecnología e industriales son algunos de los sectores con más posibilidades de mantener los dividendos durante la crisis actual", apunta John Bailer, gestor de fondos de Mellon. "Otros sectores con empresas que podrían mantener los pagos son los servicios financieros, los materiales y los servicios de comunicación, sobre todo aquellas compañías con balances sólidos y modelos de negocio bien posicionados para comportarse bien en el entorno de confinamiento", añade el gestor de la firma.
Estos Reyes del Dividendo pertenecen a los sectores sanitarios, de consumo, industriales, financieros y eléctricos, mayoritariamente. De media, en lo que va de año se han dejado cerca de un 9%, casi 5 puntos más que el propio S&P 500, si bien es cierto que hay grandes disparidades entre estas 22 firmas ya que Lowe's, Colgate, Hormel Foods, Nordson y Tootsie Roll están en positivo desde que comenzó el ejercicio.

Las mejores recomendaciones
Dentro de estas 22 compañías, hay siete que reciben una recomendación de compra por parte del consenso de analistas que recoge FactSet. La mejor de todas es Lowe's, dedicada a la distribución minorista de productos para el hogar (al estilo Leroy Merlin). Este año se anota casi un 14% y acumula una rentabilidad en bolsa del 425% en la última década sin contar sus pagos que, eso sí, rentan menos de 2 puntos porcentuales.
La siguiente más favorecida por los expertos es Coca Cola, que lleva 57 años destapando la felicidad de sus accionistas con incrementos del dividendo constantes. Pese a que los analistas prevén un importante descenso de sus beneficios con respecto a lo previsto a comienzos de año, y que eso radicará en un dividendo menor, todavía es espera una mejora con respecto al de 2019 al repartir 1,64 dólares, que ofrecen una rentabilidad del 3,5% a precios actuales.
La tercera por recomendación es quizá una desconocida para el inversor europeo, Stepan, firma popular por ser la única que tiene permiso para importar y tratar la hoja de coca, cuyos subproductos vende, entre otros, a Coca Cola y a la industria farmacológica.
Consiguen batir al propio mercado
A medida que la inversión se hace a más largo plazo, invertir en las compañías de dividendo constante se ha probado como una estrategia más rentable. Atendiendo al comportamiento del S&P Dividend Aristocrats Index (que incluye aquellas que llevan más de 25 años elevando sus pagos), en los últimos diez años ha acumulado una rentabilidad del 250% frente al 180% del S&P 500. Sin embargo, este año lleva 5 puntos menos que el benchmark.