
Tras un cierre semanal por todo lo alto en el que las principales bolsas de Europa y de EEUU se dejaron llevar por el positivo dato de paro que se publicó en el país norteamericano en la sesión del viernes, los selectivos de referencia a ambos lados del Atlántico afrontan una nueva jornada con el objetivo de dar continuidad a las alzas que les han llevado a recuperar dos terceras partes de toda la caída que se ha producido desde el techo del Covid-19 en el caso del EuroStoxx 50 y a recuperar el 100% de esta caída en el caso del Nasdaq 100.
Lo hacen, en el caso europeo, tras haber batido las resistencias a las que se enfrentaban la semana pasada y por ende, tras haber alejado el riesgo de que en una próxima recaída se dirijan de nuevo a los mínimos de marzo.
"Técnicamente el EuroStoxx 50 no encontrará resistencia digna de destacar a corto plazo hasta la zona de los 3.450-3.535 puntos, lo que aún podría dar un margen de subida del 3-5% antes de que veamos un probable agotamiento alcista", asegura Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, quien eso sí, advierte que "comprar en los actuales niveles es asumir unos riesgos que ni agresivamente somos partidarios de tener".
Este margen de subida coincide con el que se presume a corto plazo para las bolsas estadounidenses al otro lado del Atlántico. Y es que, el S&P 500 abrió el viernes la puerta a una subida incluso hacia los altos históricos de los 3.400 puntos tras haber batido la resistencia de los 3.140 enteros.
"No habrá ningún signo de agotamiento comprador en Wall Street que ponga en jaque la posibilidad de asistir a esa subida adicional, dentro del rebote que nació a finales de marzo, mientras no se pierdan soportes que el Dow Jones Industrial presenta en los 26.280 puntos, el S&P 500 en los 3.100 y el Nasdaq 100 en los 9.570 puntos", explica el analista técnico que remarca el buen comportamiento del Nasdaq marcando nuevos máximos históricos.
El Ibex 35, por su parte, permite valorar alzas hacia la zona de los 7.950-8.000 puntos e incluso los 8.375 puntos después de la fortaleza que demostró la semana pasada. "Los 8.000 puntos son una importante resistencia psicológica que coincide también con el techo del canal que podría estar acotando el rebote desde los mínimos de marzo así como con la recuperación de la mitad de toda la caída previa desde el techo del Covid-19 que estableció en los 10.100 puntos", explica Cabrero.
Y todo ello en una sesión en la que el petróleo se mantiene al alza y marcando nuevos máximos de los últimos meses ante la decisión de la OPEP y sus aliados de extender las restricciones a la producción. Cóncretamente el oro negro está en máximos desde que empezó el desplome de esta materia prima a mediados de marzo, aunque eso sí, el escepticismo ante el hecho de que el cartel pueda garantizar el pleno cumplimiento de dicho acuerdo ha atenuado las ganancias en las últimas horas.