
Tras un 2019 estelar, durante 2020 Cellnex se ha vuelto a postular como la mejor opción del Ibex 35, al anotarse un ascenso del 29%. Con un negocio defensivo ha sido una de las pocas firmas que ha podido reiterar su guidance para el año 2020 y los inversores siguen premiando a la empresa en bolsa a la espera de que pueda continuar con su expansión por Europa.
Con 61.000 torres que desplegará hasta 2027, es el proveedor de infraestructuras líder de la región y los analistas estiman que tiene margen para seguir con las operaciones corporativas. Desde Morgan Stanley estiman que hasta 2023 podrían levantar de forma gradual 5.700 millones en deuda sin romper su límite de apalancamiento de 6,5 veces deuda/ebitda. Y, teniendo en cuenta que las últimas operaciones se han financiado prácticamente al 50% entre deuda y capital, calculan que bajo este modelo tendría disponibles 11.500 millones hasta diciembre de 2023.

Y es que el fuerte incremento estimado del ebitda vía orgánica e inorgánica permite a la empresa desapalancarse rápidamente, lo que le da margen para poder emprender más operaciones y, además, las últimas ampliaciones de capital de la firma han tenido una demanda históricamente elevada.
En este contexto, los analistas del banco norteamericano otorgan a la cotizada un precio objetivo de 65 euros, el más elevado del consenso y desde los niveles actuales implica un recorrido del 30%. "Dada la marcada aceleración en el ritmo de acuerdos durante los últimos 15 meses, incorporamos en nuestra valoración que la compañía sea capaz de completar operaciones por su margen para endeudarse", explican en Morgan Stanley.
La debilidad de las telecos
Una de las claves de la aceleración en las operaciones corporativas de torres de telecomunicación está en la debilidad de las telecos. Según FactSet, el sector acabará el año con un apalancamiento de 2,8 veces -y a diferencia de Cellnex sin capacidad para desapalancarse vía crecimiento- y muchas firmas del sector se ven obligadas a explorar la posibilidad de colocar sus torres, lo que supone una oportunidad para que la catalana siga creciendo.
"Creemos que la historia de corto y largo plazo en Cellnex sigue siendo atractiva. A corto creemos que los catalizadores de la industria se refuerzan con el entorno actual. El uso de datos ha repuntado por el teletrabajo y los operadores están bajo una presión mayor para mejorar los retornos debido a los efectos del parón económico. A largo, vemos el 5G como una palanca para la industria de torres", explican en Credit Suisse.
Actualmente el mercado de torres está en torno a las 350.000 unidades en Europa -una cifra que aún podría continuar creciendo- y la tendencia marca que cada vez un porcentaje mayor está en manos de firmas de torres de comunicación. Según los datos de Morgan Stanley, en 2014 el 95% de las infraestructuras estaban en manos de operadoras, frente al 77% actual, y solo en 2019 esta cifra bajó en 9 puntos porcentuales. "Las telecos están más endeudadas que nunca y, quizás, esto explica el acelerado ritmo de ventas de 2019, una tendencia que esperamos que continúe", indican en el banco.
Desde su salida a bolsa los principales comparables de Cellnex han estado al otro lado del Atlántico. Firmas como American Tower o Crown Castle han vivido la misma historia que Cellnex unos años antes y, fijándose en su ejemplo, aún habría recorrido. Según los cálculos de Goldman, el 60% de las torres en EEUU están a manos de firmas de torres y cerrar solo una cuarta parte del gap que hay con Europa -donde se calcula en torno al 20-23%- supondría 'oportunidades en tratos por 50.000 millones de dólares.