
Los principales índices europeos no contaron ayer con mucha ayuda para animar a los alcistas a llevarse el gato al agua. Aunque en los tiempos que corren una caída del entorno del 1,1% pasa desapercibida, el EuroStoxx 50 ya ha dado otro pasito más hacia el soporte que no debería perder para no poner en riesgo la continuidad del rebote.
Así, si el selectivo cae otro 1,8% cederá los 2.790 puntos que, como indica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, "nos advertiría de la probable conclusión del rebote que inició la principal referencia europea desde los mínimos que marcó a mediados de marzo en los 2.300 puntos".
La encargada ayer de apoyar a los bajistas fue la Comisión Europea, que dio a conocer sus previsiones macroeconómicas. El organismo espera que la economía española caiga un 9,4% este año. Tan solo Grecia e Italia registrarán una contracción más profunda que la española, con un descenso del 9,7% y 9,5%, respectivamente. Para el conjunto de la Eurozona, la recesión hundirá la economía un 7,7% este año. A este respecto, en todo el mundo se estima que el rescate fiscal asciende ya a los 10 billones de dólares, según el semanario Barron´s y el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés).
Esty Dwek, de la gestora Natixis IM Solutions, indica que los inversores pueden haber sido "demasiado optimistas" en las últimas semanas dada la situación en la que nos encontramos, ya que "quedan muchos riesgos a los que enfrentarse a media que el progreso contra el virus da paso a las malas cifras de ganancias y a las tensiones geopolíticas".
De hecho, el tira y afloja de Estados Unidos con China continúa. El secretario del país norteamericano, Mike Pompeo, incidió ayer de nuevo en que Pekín no solo encubrió la gravedad inicial del brote, sino que también proporcionó equipos médicos defectuosos a otros países. Por su parte, el Ministerio de Exteriores de China exigió a Estados Unidos que publique las pruebas mencionadas previamente por Pompeo y el propio presidente del país, Donald Trump, que demostrarían que el virus tuvo su origen en el Instituto de Virología de Wuhan.
La esperanza de encontrar una vacuna ha vuelto a avivarse después de algunos intentos que no han dado los resultados que se esperaban. Los avances de Janssen, Pfizer y AstraZeneca son muy esperanzadores, hasta el punto que las compañías acompasarán las investigaciones y la producción. El objetivo es que haya suficientes vacunas a comienzos de 2021.