
Desde que a mediados del mes de marzo, Microsoft superó a Apple en su puja por convertirse en la empresa capitalizada más grande de Estados Unidos, la compañía productora de uno de los sistemas operativos más famosos del mundo –Windows– ha pisado el acelerador en bolsa y se ha distanciado de sus rivales.
Sus títulos se revalorizan más de un 25% desde entonces, por el 13% que lo hacen las acciones de la compañía de la manzana, algo que le ha servido a su fundador, Bill Gates, para afianzarse como la segunda mayor fortuna del planeta, solo por detrás de la de su compatriota Jeff Bezos, creador y director ejecutivo de Amazon, que la ha incrementado en 20.000 millones este año.

Esta lucha por conseguir el cetro de empresa más grande de Wall Street ha dejado a Microsoft a solo un 5% de los máximos históricos de capitalización que una empresa ha llegado a tocar en la historia de Wall Street, los 1,435 billones de dólares que ella misma alcanzó en febrero, cuando coronó sus máximos de todos los tiempos.
"La inversión en Azure [la plataforma en la nube de Microsoft] puede resultar un vector particularmente resistente, mucho más que otras categorías de software, ya que el shock generado por el Covid-19 fuerza a una adopción más rápida del uso de la nube a medida que las empresas comprenden la necesidad de ampliar sus capacidades de trabajo a distancia", aseguran desde el departamento de análisis de JP Morgan para explicar el porqué de su confianza en el buen hacer de la empresa norteamericana en el parqué.
La caída de Aramco
Los 1,43 billones de dólares es una cifra que nunca antes ha logrado rebasar una empresa estadounidense y que permite a la compañía presidida por Bill Gates acercarse a Aramco por capitalización como nunca antes lo había hecho una cotizada yankee.
Y es que, el descenso en el precio del petróleo también se está dejando sentir en la capitalización de la cotizada más grande del mundo. Si bien es cierto que el impacto de la caída del crudo ha mermado la evolución de la firma saudí en bolsa en menor medida que al resto de sus compañeras de sector, también lo es que desde su debut, se ha dejado solo un 6%.