El coronavirus condiciona la vida cotidiana alrededor del planeta y, en consecuencia, puede llegar a ser una obsesión para los inversores. Prueba de ello es lo que sucedió ayer lunes con las acciones de SCWorx, una compañía soluciones tecnológicas para proveedores sanitarios. La firma, cotizada en el índice Nasdaq de Wall Street, se disparó un 434,22% después de anunciar un pedido de compra de 48 millones de unidades de test rápidos de COVID-19.
Los títulos de la firma cerraron la primera jornada de la semana con un precio de 12,02 dólares, frente a los 2,25 dólares en los que acabaron la semana pasada.
En la sesión de este martes corrigen más de un 10%, hasta situarse en torno a los 10,80 dólares, pero igualmente
La reacción desmesurada se produjo tras conocerse que Rethink My Healthcare le comprará dos millones de unidades de pruebas rápidas del coronavirus en una primera remesa.
A esta se añadirán otros pedidos semanales de dos millones de unidades durante 23 semanas, a razón de 35 millones de dólares por semana (es decir, por un total de 805 millones).
El director ejecutivo de SCWorx, Marc Schessel, aseguró que estas ventas aumentarán "significativamente la disponibilidad de kits de pruebas rápidas en Estados Unidos", país con más contagiados por COVID-19 del mundo.
