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El Brent cae a 50 dólares, el precio que forzó a la OPEP a actuar en 2018

  • En Europa sólo Repsol tiene un escenario base con el crudo a 50 dólares
  • El cártel se reúne el jueves para decidir si recorta de nuevo la producción
La OPEP acude bajo presión a la reunión de esta semana

En los días previos a la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) el miedo a que el coronavirus pueda paralizar la economía global se ha sumado a la larga lista de problemas que afecta al petróleo. El Brent ha caído un 14% durante las últimas 5 sesiones y un 27% desde los máximos del año, situándose en la zona de los 50 dólares. Así, los inversores están a la espera de que la reunión del cartel pueda poner freno a las caídas, que han llevado al crudo a los mínimos que llegó a tocar a finales de 2018, momento en el que la OPEP se vio obligada a actuar para intentar impulsar los precios.

El encuentro está planificado para el próximo jueves, pero lo más probable, teniendo en cuenta cómo se han desarrollado las últimas reuniones de la Organización, es que hasta el viernes no haya novedades. La recomendación que los equipos técnicos de la OPEP han hecho a los responsables de tomar la decisión definitiva es que reduzcan la oferta en otros 600.000 barriles diarios, que se añadirían a los 1,2 millones de barriles al día de oferta que se acordaron en diciembre.

Como ha sido habitual en los últimos años, parece que la clave está en que Rusia deje a un lado sus reticencias a colaborar en esta ocasión, y acepte, como finalmente ha hecho en los últimos años, en los que ha participado del acuerdo común, a pesar de que no forma parte oficialmente del cártel. Esta semana el ministro de Energía de Arabia, el país que más capacidad excedente de producción tienen este momento, al ser el que se ha echado sobre sus hombros la mayor parte del recorte que ha llevado a cabo el cártel, ha destacado que "Rusia está comprometida positivamente" con la Organización, avisando, eso sí, de que todavía no se ha tomado una decisión de modificar el acuerdo que se mantiene en vigor.

Un nuevo recorte por parte de la OPEP estaría orientado a reducir el impacto del coronavirus en los precios. Hay que recordar que la demanda de petróleo sufrirá por el contagio de la enfermedad, según la opinión de la Agencia Internacional de la Energía, que estima ahora el primer deterioro de la demanda en un trimestre (lo espera para el primero de 2020) que se ha visto en la década, lo que contribuirá a generar una situación de sobreproducción. Las ventas de crudo que están llevando a cabo los inversores durante las últimas jornadas indican que el mercado está comprando el escenario de exceso de oferta para los próximos meses.

Las compañías, en apuros

En este contexto, las compañías petroleras del Viejo Continente miran a la OPEP como el salvavidas al que agarrarse para que sus planes estratégicos no naufraguen. En lo que va de año el precio promedio del crudo se sitúa en los 60 dólares, un nivel en el que las grandes firmas logran cubrir su inversión y el pago de dividendos -aunque no los buyback-, pero si el crudo se mantuviese en esta zona -o incluso bajase más- haría descarrilar los planes estratégicos del sector. De hecho, la mayor parte de los casos base de las firmas del sector contemplan un crudo entre los 55 y los 65 dólares y solo el de Repsol está dibujado en línea con el precio actual del Brent, en 50 dólares.

Según JP Morgan, el punto de equilibrio de las petroleras europeas se situará este año en los 51 dólares, en un rango que va desde los 41 dólares de Repsol a los 60 dólares de Total

Según los cálculos de JP Morgan, el punto de equilibrio de las petroleras europeas se situará este año en los 51 dólares, en un rango que va desde los 41 dólares de la firma española a los 60 dólares de Total. "Aunque las petroleras lo han hecho de manera sólida reduciendo costes, mejorando la disciplina de capex y bajando los breakeven en los últimos 5 años, en 2019 esta caída se ha estancado. Nuestro análisis muestra que los motivos han sido macro, con unos precios del gas más bajos, una oferta de gas natural licuado que se ha acelerado y unos márgenes en refino y márketing más tímidos. Las buenas noticias son que la disciplina de capex y la ejecución en producción ha sido sólida.", inciden en el banco norteamericano.

En el último año y medio las petroleras se han quedado rezagadas por dos motivos fundamentales: el aumento de importancia de los criterios ESG y, ahora, por la caída del crudo. En 18 meses el sector provoca pérdidas del entorno del 20% incluyendo dividendos, frente al 3% que obtiene de retorno el mercado. Así, la gran pregunta para los inversores es si se está descontando un escenario demasiado trágico y si estamos ante una oportunidad de compra. "Las valoraciones parecen interesantes, en niveles de mínimos del ciclo. Por un lado, los recortes de costes y los cambios en los porfolios dejan a la industria más sólida que hace 4 años, pero por otro lado las cuestiones sobre la sostenibilidad de la industria (la transición energética) han reseteado las expectativas del sector a largo plazo", avisan en Citi.

Cotizan a un multiplicador de beneficios a 12 meses de 10 veces -un descuento del 28% frente a la media de los últimos 5 años- y tienen su peor comportamiento relativo frente al resto del mercado desde que el crudo se encontraba en el entorno de los 30 dólares. "No pensamos que el potencial o la rentabilidad por dividendo sean disparatados, ya que el sector ha quedado muy por detrás en el último año y medio. La industria necesita que la macro mejore en 2020 y 2021 y las empresas deben cumplir de forma operativa y financiera. La distribución al accionista debe ser generosa y progresiva, compensando la falta de visibilidad a largo plazo; y se necesitan estrategias de transición creíbles", reflexiona en UBS.

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