
Una empresa cotizada tiene derecho a comprar acciones de la propia compañía en el mercado. Su propósito puede ir desde intentar dar más liquidez y estabilizar el valor hasta utilizarlas como parte de un plan de incentivos a empleados, o como retribución al accionista si las adquiere para amortizarlas (eliminarlas). Este último fin es el que evidentemente interesa a quien tiene acciones o valora adquirirlas. Pero una cotizada no puede comprar sus títulos como un inversor más.
Hasta ahora existían criterios a seguir para que el máximo órgano de supervisión, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no pusiera el foco en investigar posibles casos de manipulación de mercado o de uso de información privilegiada. Esta semana, el organismo presidido por Sebastián Albella ha eliminado los supuestos propios de España que amparaban algunas compras, y únicamente podrán realizarse bajo un programa de recompra de acciones o de un contrato de liquidez; esto es más semejante a lo que ocurre en el resto de la UE.
La CNMV ha recordado, además, que la finalidad de un programa de recompra de acciones "solo puede ser la amortización de las acciones o reducción del capital del emisor, el cumplimiento de obligaciones inherentes a los instrumentos financieros de deuda convertibles en acciones o el cumplimiento de obligaciones derivadas de planes de opciones sobre acciones de empleados". El contrato de liquidez, mediante el que se encarga a un intermediario financiero la compra y venta de acciones, también debería tener un único propósito: el de dotar de más liquidez al título.
En la bolsa española, existen 12 compañías con programas de recompras vigentes, y el objetivo en 10 de ellas es el de remunerar al accionista por la vía de la reducción del capital. Y otras tres firmas (Ferrovial, Repsol e Iberdrola) los tienen caducados, pero los van renovando cada año; en este caso también amortizan, pero para que sean neutrales las ampliaciones con las que retribuyen en acciones a través del scrip dividend. ACS es otra que reduce capital tras el scrip, pero no hay programa alguno registrado en la CNMV.
"Su uso [el de la recompra de acciones] es muy prominente en las empresas norteamericanas y comienza a ser una práctica cada vez más habitual en Europa, donde su utilización está estrechamente vigilada a la luz de toda la regulación desarrollada alrededor de la autocartera y la aplicación de la Directiva de Abuso de Mercado", señalaba BME en su informe anual de 2019. El año pasado, las cotizadas españolas amortizaron acciones por un valor total de 6.696 millones de euros, según datos facilitados por BME, lo que significó un fortísimo incremento, del 67,8%, frente al año anterior.
Remunerar al accionista
La compra de acciones propias para su posterior amortización sigue ganando adeptos en España. Pero lo cierto es que este año en el Ibex solo hay dos firmas con programas de recompra anunciados para este fin: Naturgy y Meliá. Naturgy renovó el suyo de 2018, y entre julio de 2019 y junio de 2020 pretende gastar otros 400 millones de euros en engordar la autocartera; comprará un 2,1% del capital para luego reducirlo. Meliá, por su parte, anunció uno de hasta 60 millones, un 3,7% de las acciones, con vigencia hasta el próximo 4 de junio.
De momento, no lo han renovado Mediaset, Acerinox y Acciona, quienes el año pasado sí disponían de él. Durante 2019 también amortizaron Amadeus, Viscofan y Bankia, aunque recompraron el año anterior.
Fuera del Ibex son más las compañías que emplean lo que en inglés se conoce como buyback. Liberbank, Vocento, Prosegur, Talgo, Vidrala, Aedas, Lar y Coca-Cola European Partners tienen programas destinados a adquirir títulos propios para después reducir el capital. La mayoría recomprará acciones durante buena parte de este año, aunque Prosegur y Aedas darán continuidad a estas operaciones hasta 2022. La primera se ha comprometido a adquirir un máximo del 10% del capital y la segunda, del 4,38%.
Talgo tiene una de las retribuciones más atractivas por esta vía, ya que tiene autorizadas compras por hasta un 16,5% del capital entre noviembre de 2018 y mayo de 2020. Lar, que acaba de aprobar un nuevo programa, es otra de las más generosas, con un 5%.
eDreams y Logista también disponen de programas de recompras, pero en estos casos la finalidad es la de entregar acciones a empleados de la compañía. También tuvieron el año pasado estas políticas -y ya no- Quabit, Reig Jofre, Fluidra y Tubacex, mientras que Ercros sí empleó la autocartera para retribuir.