
Para identificar el recorrido que podría tener la renta variable española de cara al próximo año, señalábamos la semana pasada que lo ideal era analizar al Ibex 35 con Dividendos Netos, que es la versión mejorada del índice tradicional y que desde el punto de vista técnico es el que mejor comportamiento ha presentado durante los últimos años, toda vez cuando ha perdido soportes o superado resistencias significativas lo ha hecho con todas las de la ley, sin presentar fallos.
Pues bien, analizando al Ibex 35 con Dividendos Netos nos sorprendería mucho que en próximas semanas no alcance la zona de máximos históricos que se encuentran a un 8% y que es la que ya frenó las subidas tanto el año 2015 como en el 2017, cuyo nivel análogo en el Ibex 35 tradicional serían los 10.300 puntos.
En lo que se refiere al resto de bolsas europeas, nos sorprendería mucho que pudiéramos ver un techo sostenible en el tiempo en las mismas sin que el Dax 30 alcance la resistencia creciente que surge de unir los máximos que marcó la principal referencia germana el año 2015, el 2017 y en el 2018.
Es muy probable que durante el 2020 el Dax 30 se dirija de nuevo a esta resistencia creciente de largo plazo, que es el objetivo que manejamos y que discurre actualmente por los 14.550. Si consume más tiempo en ser alcanzada el objetivo podría subir a los 15.000 con lo que el potencial de cara a las próximas semanas sería del 9-12%.
Operativamente, mientras no se alcancen estos objetivos, eventuales caídas son consideradas oportunidades para comprar.
