
La mayor utility de Europa superó el martes la cota de los 7 euros por primera vez en más de diez años, lo que llevó a la firma italiana a lucir la mayor valoración en bolsa de su historia. Así, la capitalización llegó a superar este miércoles los 71.500 millones de euros, aunque acabó retrocediendo hasta los 70.983 millones al cierre de la sesión, con la acción descendiendo a los 6,9 euros. | Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.
Parece que la acción, que se ha ido revalorizando de forma paulatina a lo largo del año, quiere buscar los 7,171 euros, los máximos más próximos que registró el 31 de diciembre de 2007, y que se encuentran a una distancia del 2%.
No obstante, ese tampoco es su nivel más alto desde que dio el salto al parqué, sino los 7,43 euros que marcó el 30 de junio del año 2000. En 2019, la rentabilidad de Enel, valor del fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30, roza el 40%, por lo que sería su mejor ejercicio desde 2004.
De este modo, Enel es la segunda firma energética mundial por tamaño en bolsa, por detrás de la estadounidense NextEra, y la primera entre las europeas. Con este nuevo récord, afianza su posición dominante en el Viejo Continente: le saca una ventaja de 12.682 millones de euros a Iberdrola -la segunda compañía eléctrica europea, con un valor bursátil de 58.302 millones, y cuya acción registró máximos históricos a finales de septiembre-.
En tercer lugar está EDF, con una capitalización que ronda los 30.000 millones.
Los números en bolsa de Enel no son los únicos que sobresalen. Según las últimas estimaciones, el beneficio operativo (ebitda) de la firma energética de este año será un 36% superior al de 2018, y sobrepasará los 17.700 millones de euros, de acuerdo con el consenso de mercado que recoge FactSet. Para el periodo entre 2018 y 2022, se prevé que el ebitda crezca por encima del 50% y la cifra se aproxime a los 20.000 millones.
Donde sí se espera un retroceso es en el beneficio neto de 2019, que caerá un 0,3% hasta los 4.774 millones -quince millones de euros menos que en el ejercicio anterior- según las previsiones; aunque el dato mejora con respecto al 2% de caída que se esperaba en enero de este año.
Del total de ingresos de Enel en los primeros nueve meses de 2019, hasta septiembre, que ascendió a 57.124 millones de euros, un 37% procedía de la producción de energía térmica a partir de la combustión de carbón y de la energía nuclear -generó 102 GWh durante este periodo-; mientras que un 9,2% provenía de las energías renovables, con las que la compañía generó 72 GWh, siendo la energía hidroeléctrica la más utilizada.
"Es probable que la demanda y la producción de electricidad en Europa permanezcan estables o disminuyan en 2020", subraya el analista Elchin Mammadov, de Bloomberg Intelligence.
"Esto se debe a la debilidad de la producción industrial, el freno de las medidas de eficiencia energética y la desindustrialización", argumenta el experto, quien cree que, a pesar de la estabilidad de la demanda, compañías como Centrica, EDF, E.ON y Enel pueden verse presionadas en medio de la liberalización de los mercados y de una mayor competencia por parte de empresas como Total, Eni, Royal Dutch Shell y BP.
El peso de América Latina
Si bien la mayoría de los ingresos de Enel se consigue en Europa -un 37,6% en Italia y un 21,6% en España, según datos recogidos en diciembre de 2018-, un 21,2% procedía del continente americano -un 9% de Brasil y un 4,3% de Chile-.
Esto se aprecia en que el 89% de los 7.600 millones de dólares que la compañía italiana invirtió en los mercados emergentes entre 2009 y 2018, fue a parar a Latinoamérica, de acuerdo con datos recogidos por Bloomberg New Energy Finance.
La cifra era del 39% para el conjunto de los diez mayores inversores del mundo en países emergentes, entre los que se encuentran el Banco Mundial, el banco alemán de desarrollo KfW, la Overseas Private Investment Corporation de EEUU o la firma Engie.