
Las bolsas de EEUU y Europa están cotizando en máximos. Los nuevos movimientos de la banca central para mejorar las condiciones financieras, la nueva etapa en las conversaciones entre China y EEUU y la postergación del Brexit parecen haber sido suficiente para dar este último empujón a la renta variable. Sin embargo, los propios inversores y algunos analistas temen que la marea de las bolsas esté tapando una economía global que se enfría y cuyos problemas siguen sin resolverse de una forma definitiva.
Aunque se haya dado una patada hacia delante, el Brexit terminará llegando, China y EEUU deberán llegar a algún tipo de acuerdo o desacuerdo y los bancos centrales llegará a sus límites. Ante esta situación, los inversores prevén un 2020 muy movido en el que vaticinan una caída drástica de los mercados.
El monitor del inversor publicado hoy martes por el banco suizo UBS muestra una creciente sensación de inseguridad: "En un mundo muy conectado, el impacto de los eventos geopolíticos -como el conflicto comercial, las próximas elecciones Presidenciales en EEUU, el Brexit o la discordia política en muchas regiones- está pesando en los inversores de todo el mundo, provocando un sentimiento generalizando de incertidumbre", destaca el documento.
Todavía no se ha resulto nada
Desde la firma financiera Oxford Economics coinciden en parte con este análisis: "En este entorno, creemos que la cabeza fría debería prevalecer ya que los riesgos a la baja para las perspectivas no han desaparecido. Un acuerdo comercial en esta 'fase 1' dejará aranceles significativos, la carta de un repunte en el crecimiento global no está en la baraja, y las preocupaciones sobre el Brexit volverán el próximo año. Esperamos que el crecimiento real del PIB se enfríe desde el 2,3% de 2019 hasta un 1,6% el próximo año", explican Lydia Boussour t Gregory Daco, economistas para EEUU de Oxford Economics.
La economía de la zona euro se encuentra prácticamente estancada, aunque a salvo de la recesión por ahora, mientras que China y EEUU lidian con la desaceleración de sus economías. Un menor crecimiento suele tener un efecto negativo sobre los resultados empresariales, lo que a su vez afecta a las cotizaciones bursátiles. Sin embargo, las bolsas no reflejan nada de lo anterior en este momento.
Aunque las bolsas se mantienen al alza ante una mejora del sentimiento, los inversores saben que antes o después llegarán curvas. Casi ocho de cada diez inversores cree que nos dirigimos hacia un periodo de mayor volatilidad, mientras que más de la mitad esperan una caída significante en los mercados durante algún momento de 2020. Tres de cada cuatro participantes en el mercado creen que la situación es ahora más peligrosa que hace cinco años o al menos plantea mayores desafíos.
"Dos de cada tres inversores cree que los mercados están más influidos por los eventos geopolíticos que por los fundamentales como la rentabilidad, los ingresos o el crecimiento potencial. En un mundo donde los mercados están altamente interconectados, los inversores ven el conflicto comercial entre EEUU y China o las Presidenciales de 2020 como las mayores amenazas para el rendimiento de las carteras", según UBS.
Ante esta compleja situación, el 60% de los inversores están pensando en aumentar su posición de liquidez y un 64% pretende también incrementar el peso de las acciones de 'calidad' y el 62% también considera diversificar los activos de su cartera de forma internacional.