
Las previsiones de los analistas para ArcelorMittal se han ido desinflando progresivamente dejando escapar millones por una fuga minúscula, pero que arrastrará el beneficio de la mayor acerera del mundo por ingresos a la cifra más baja desde las pérdidas históricas de más de 7.000 millones que presentó en 2015.
Aunque lo más visible y lo que está acusando el mercado los últimos meses es el temor a una recesión global y a una guerra comercial entre EEUU y China, el sector acerero en Europa sigue sufriendo, según denuncian desde Eurofer (Asociación Europea del Acero), la competencia desleal que suponen las exportaciones de países como Turquía. Y este es el verdadero problema, reconocen fuentes próximas a ArcelorMittal.
El cambio de sentimiento que se ha producido en el mercado -antes mucho más prociclo- ha dado al traste con el que iba a ser el mejor año para la compañía de la familia Mittal desde 2008. Y, sin embargo, el mercado le ha llevado a cotizar con un descuento del 70% sobre su valor contable -en 0,3 veces-, cuando antes de Lehman cotizaba a 0,58.
Los analistas han recortado su previsión de ganancias un 90%, desde los más de 4.100 millones que se esperaban el 1 de enero, hasta los 451 millones que vaticinan hoy para 2019. El gran tijeretazo se ha producido este verano. Desde el 1 de junio, el recorte es del 77%. Y lo mismo sucede de cara a los próximos ejercicios. Nada de los 4.000 millones de beneficio previstos a comienzos de año. Hoy los expertos calculan que Arcelor ganará unos 1.700 millones en 2020 y volverá a batir la cota de los 2.400 millones en 2021. Fuentes de la compañía aseguran que esta rebaja de las estimaciones "viene motivada, sin duda, por la situación de mercado; por la caída de la demanda de las importaciones de acero de otros países [fundamentalmente, Turquía] y por unos precios a la baja" en Europa.
En agosto ArcelorMittal rebajó su previsión de demanda de acero en sus principales mercados: EEUU, Europa y Brasil. Sólo China se salva. Y el problema es que, según la firma, la Unión Europea será la única región -y es su principal- en la que caerá la demanda, entre un 1 y 2% respecto a 2018. Esto ha provocado paros parciales en sus fábricas de Avilés o Gijón, y "en Alemania, Francia y Polonia", apuntan estas mismas fuentes, a lo que se suma el problema de Ilva (Italia) ya resuelto, lejos de estar a pleno rendimiento y ahora todavía más.
Cumplirá con el plan
A pesar de todo, desde la compañía insisten en que cumplirán su plan estratégico a 2020, en el que se prevé un aumento del ebitda de 3.000 millones de dólares -desde 2015-, además de controlar la deuda, a la que está vinculada, por cierto, el dividendo. Los analistas de JP Morgan, haciéndose eco de una información de Bloomberg, valoran como positiva "la posible venta de cuatro minas en Canadá, Brasil y Liberia" que reduciría su endeudamiento "en unos 2.000 millones de dólares, hasta los 8.500/8.000 o unas 1,6/1,3 veces ebitda". Aconsejan sobreponderar Arcelor, con un potencial del 73% hasta los 22,5 euros.
En la misma línea Deutsche Bank cree que los "mínimos" a los que está llegando el sector acerero son "mucho más exigentes que en anteriores crisis" y que la "revisión de estimaciones ha supuesto una presión bajista en las acciones de Arcelor". Su precio objetivo es de 18 euros. El martes cerró en los 13 euros. Desde que en mayo abrió un hueco con el sector, su caída es del 35%, frente al 15 que se deja el sectorial europeo de recursos básicos.
El dividendo crecerá en 2020
"El dividendo siempre estará vinculado al endeudamiento", apuntan fuentes de la compañía, que recuperó sus pagos de manera "testimonial" con cargo a 2017 -0,10 euros-, después de que su deuda volviera a un ráting de 'grado de inversión' y cayera de 1 vez/ebitda.
El consenso de Bloomberg estima que el pago volverá a crecer de los 20 céntimos de 2018 -pagados en junio de 2019- a 0,30 euros en 2019. La rentabilidad de sus pagos sigue limitada al 1,4%.