
Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intenta hacerse hueco a codazos y en espíritu en el simposio económico de Jackson Hole (Wyoming, EEUU) que acogerá a partir del jueves a un buen número de banqueros centrales, las actas de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal brindaron ciertos guiños al próximo movimiento del banco central estadounidense.
El encuentro que culminó el pasado 31 de julio dio paso a la primera rebaja de tipos de 25 puntos básicos desde diciembre de 2008, una decisión que el mandamás de la Fed, Jerome Powell, definió como un mero "ajuste a mitad de ciclo".
De hecho, según concluye el documento que recoge los pormenores de la reunión, la mayoría de los participantes consideraron la rebaja de un cuarto de punto "como parte de una recalibración de la postura de la política, o ajuste de mitad de ciclo, en respuesta a la evolución de las perspectivas económicas en los últimos meses".
Las decisiones se guiarán por la información entrante, evitando seguir un curso preestablecido
Los miembros de la Fed acordaron que a la hora de determinar el momento y el tamaño de los ajustes futuros en los tipos de interés se tendrán en cuenta las condiciones económicas, así como el objetivo del 2% en la inflación y el pleno empleo.
No obstante, en su discusión sobre las perspectivas de la política monetaria en los próximos meses, los participantes favorecieron un enfoque en el que las decisiones se guiarán por la información entrante y sus implicaciones para las perspectivas económicas, evitando así cualquier apariencia de que la Fed sigue un curso preestablecido.
Las amenazas a la economía persisten
Aún así, los principales miembros de la Fed concluyeron que la incertidumbre en torno a la política comercial de la administración Trump no tenía vistas de disiparse a corto plazo, creando así un "viento persistente en contra" para el panorama económico de EEUU.
Desde su última reunión, síntomas como la inversión de la curva de rendimientos o la debilidad telegrafiada por economía germana o la china, han generado cierto pánico a medida que las tensiones comerciales continúan sin resolverse.
"Dados los importantes desarrollos posteriores a la reunión, estamos mucho más interesados en lo que Powell y otros funcionarios de la Fed tienen digan en Jackson Hole que en las actas, ahora obsoletas", indica Andrew Hollenhorst, economista de Citi. Su equipo espera que el viernes por la mañana, el presidente de la Fed ofrezca un guiño que indique una rebaja de 25 puntos básicos en septiembre y ninguna más en lo que queda de año pese a que el mercado descuenta hasta dos más. Trump, por su parte aboga por recortes de hasta 100 puntos básicos.
Disensiones internas en la Fed
Dicho esto, en la última reunión del Comité Federal de Mercados Abiertos de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés), la disidencia de Esther George, presidenta de la Fed de Kansas City, quien actúa anualmente de maestra de ceremonia en Jackson Hole, y su homólogo en la Fed de Boston, Eric Rosengren, quedó reflejada en las actas, donde "varios miembros" indicaron que no apoyarían nuevas rebajas "sin un empeoramiento de los datos económicos".
Precisamente, esta semana Rosengren dejó claro que le "gustaría ver más evidencias" que indiquen algo más que un debilitamiento económico. En una entrevista con Reuters, la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, quien no vota en el FOMC, dijo que mantener los tipos sin cambios hubiera sido su estrategia predilecta. Por su parte, la presidenta de la Fed de San Francisco, Mary C. Daly, incidió el martes que "no cree que nos encaminemos a una recesión en este momento" pero apoyó la rebaja implementada el pasado mes.
Durante la jornada del jueves, al hilo del arranque del peregrinaje anual a las Rocosas, Patrick Harker, presidente de la Fed de Filadelfia, y su homólogo en la Fed de Dallas, Robert Kaplan, ofrecerán sendas entrevistas, donde se espera que favorezcan un tono menos flexible en lo que a próximas rebajas de tipos se refiere.
Es por ello que Hollenhorst advierte que si el viernes Powell vuelve a caracterizar el recorte de julio como un "ajuste de mitad de ciclo" o no reconoce los crecientes riesgos a la baja, los rendimientos del Tesoro podrían repuntar y podríamos experimentar una venta en la renta variable estadounidense.
Para Ellen Zentner, economista de Morgan Stanley, el presidente de la Fed mantendrá cierto margen sobre la posible rebaja de tipos que llegará en septiembre recordando que la Fed "actuará según corresponda para sostener la expansión". El 98,1% del mercado espera una rebaja de tipos de 25 puntos básicos el próximo 18 de septiembre, el 71,3% otra más en octubre y un 46,3% digiere una tercera en diciembre, según el FedWatch de la CME.
"Esperamos que Powell haga una declaración similar a la de julio, donde se incluya una actualización sobre las condiciones actuales que reconocen los continuos riesgos del comercio y el crecimiento global", determina Zentner.