
La Comisión Europea ha abierto una consulta pública para revisar las directrices que deben llevar a cabo los países para evaluar y autorizar las fusiones. Bruselas, ante los actuales cambios geopolíticos (como el conflicto entre Rusia y Ucrania o los aranceles anunciados por el presidente de EEUU, Donald Trump) considera necesario cambiar por primera vez las directrices para evaluar las concentraciones de modo se tenga en cuenta la importancia de la operación para toda la UE en su conjunto y no solo para el país o los países afectados o las compañías.
Es decir, se debe analizar si la UE, con esas fusiones, puede ganar músculo para competir frente al resto de potencias mundiales.
"Si bien hasta ahora la Comisión ha abordado de forma individualizada las cuestiones derivadas de la realidad cambiante de los mercados [...], en consonancia con los principios generales de las actuales Directrices sobre concentraciones, este enfoque individualizado ha dejado de aportar la claridad y previsibilidad que necesitan las partes interesadas con vistas al futuro. Se hace necesario, pues, revisar las Directrices sobre concentraciones para abordar estas cuestiones de forma sistemática", indica el texto sometido a consulta pública desde el pasado 8 de mayo hasta el próximo 3 de septiembre.
La UE indica que aunque el objetivo último en el que se ha basado hasta ahora para evaluar una fusión era que se garantizase la correcta competencia en el mercado interior europea, y así seguirá, "la realidad de los mercados en la UE, y en todo el mundo, se ha visto transformada por la doble transición ecológica y digital y los cambios geopolíticos que ponen el acento sobre la resiliencia de Europa, su defensa y su seguridad".
La Comisión pretende que la futura norma sobre las directrices de las fusiones promuevan concentraciones "tendentes a aumentar la productividad, la seguridad y la competitividad de la economía europea en su conjunto", indica el documento.
A la par, pretende aclarar las reglas para las compañías, darles seguridad jurídica y reducir los costes para llevar a cabo estas operaciones.
La consulta ya está abierta para que todos los interesados y afectados den su opinión al respecto, ya sean empresas sujetas al control de las operaciones de fusión, ciudadanos y compañías que se benefician de su eficacia, organizaciones de consumidores, de trabajadores, ONGs o asociaciones.
La Comisión prevé que la fecha para hacer una nueva adaptación de la norma sobre las directrices a tener en cuenta para evaluar las operaciones de concentración será a lo largo del cuarto trimestre de 2027.
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