Inversión sostenible y ESG

BofA: "Si en algún momento se produjo una burbuja en ESG, ya no la hay"

  • La prima que se paga por los mejores valores sostenibles se ha estrechado
  • Ese diferencial alcanzó el 50% antes del Covid, pero hoy se limita a un 5%
  • El banco estadounidense ha analizado los valores del índice S&P 500
Imagen: iStock

Si en algún momento se produjo una burbuja en la inversión sostenible, "ya no la hay". Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de un reciente informe de BofA, que señala: "A pesar de los masivos flujos hacia activos con sesgo ESG (acrónimo que alude a los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza), y al creciente interés que éstos despiertan, la prima que se paga por los valores con buen rating de sostenibilidad no se ha ampliado, sino que se ha estrechado". Según los expertos del banco estadounidense, "si bien el interés de ESG está creciendo, todavía hay un espacio significativo para la participación de los inversores". Más noticias sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.

Uno de los signos claros de burbuja es que el inversor desembolse una prima excesiva. "Y, aunque algunas áreas dentro del ESG, como las energías limpias, se han revalorizado de forma notable, las valoraciones para las buenas acciones ESG prácticamente no muestran semejanzas con una burbuja", se advierte en el informe. 

El análisis que ha realizado la entidad revela que las compañías del S&P 500 situadas en el mejor quintil según el rating de sostenibilidad que les otorga MSCI cotizaban, hace varios años, con una prima del 20%/30% respecto a aquellas situadas en el peor quintil. Ese diferencial llegó a alcanzar el 50% al inicio de la pandemia. Sin embargo, actualmente esa prima se ha reducido a un 5%. 

Los inversores se estarían fijando ahora en compañías bien posicionadas para mejorar en ESG a futuro, con 'ratings' aún bajos

BofA ha realizado este ejercicio utilizando el rating ESG de MSCI, pero también las calificaciones de Sustainalytics y de Refinitiv, con resultados similares. 

"Probablemente, esto se debe a que los inversores estén realizando una aproximación más matizada hacia la inversión responsable", explican los analistas de BofA. Se estarían fijando menos en las compañías con mejor calificación en sostenibilidad, y preocupándose más por identificar a las que están mejor posicionadas para mejorar sus aspectos ambientales, sociales y de gobernanza, muchas de las cuales aún obtienen puntuaciones en ESG inferiores a la media.

En cualquier caso, el informe también se hace eco del aluvión de entradas de dinero en estrategias responsables que ha vivido el mercado en los últimos tiempos. En 2021, casi 3 de cada 10 dólares en flujos de renta variable global se han dirigido a fondos ESG, y los activos bajo gestión en los más de 1.900 fondos sostenibles globales que rastrea BofA alcanzaron un récord de 1,4 billones de dólares el pasado mes de abril. Esta cifra más que duplica la de un año atrás, y ha crecido a un ritmo que casi triplica al de los activos no ESG.

"Es cierto que los flujos de entrada extremos pueden crear burbujas, y los flujos hacia las inversiones sostenibles en los últimos años han sido robustos", admiten los analistas de la entidad, que también hacen alusión, aunque para refutarlo, al argumento que se ha esgrimido de forma recurrente en contra de la compra masiva de activos responsables: que sus elevadas valoraciones lleguen a ser tan elevadas que no sean sostenibles en el tiempo.

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