Habra nuevo primer ministro británico antes de agosto. El Partido Conservador británico ha presentado su calendario de primarias, comprimido al máximo para que haya un ganador hacia la semana del 22 de julio como muy tarde. Así, el próximo primer ministro británico tendría tres meses para hablar con Bruselas, en vez de tirar a la basura la prórroga del Brexit y verse obligado a solicitar una nueva extensión nada más llegar a Downing Street.
El calendario, que se pondrá en marcha en cuanto Theresa May oficialice su dimisión este viernes, busca eliminar a la mayoría de aspirantes en apenas dos semanas, de forma que solo queden dos finalistas el día 20 de junio. Los aspirantes -hasta ahora, 11- tendrán que tener al menos el apoyo de 8 diputados para presentarse el próximo lunes 10.
Tres días después, el jueves 13, deberán mostrar el respaldo del 5% de los diputados 'tories' -16 votos- para sobrevivir la primera ronda y el 10% -32 votos- para la segunda, el día 18. Los que sobrevivan serán reducidos en sucesivas rondas los días 19 y 20: los menos apoyados caerán uno a uno, hasta que solo queden dos. A partir de ahí, serán los militantes los que decidan, en una votación la semana del 22 de julio tras un mes de campaña por todo el país.
El objetivo del calendario tan comprimido es doble. El ganador se convertirá en primer ministro de forma casi automática y, con el parlamento de vacaciones, evitará tener que enfrentarse a una votación de confianza hasta haberse asentado en el cargo. Incluso si fuera rechazado por la Cámara de los Comunes, podría usar su tiempo en el poder para hacer campaña en las elecciones que se antojan casi inevitables para el invierno.
Por otro lado, el ganador podría usar los tres meses hasta el 31 de octubre para buscar una nueva negociación con Bruselas o con su propio partido sobre el acuerdo de salida. De lo contrario, si se hubiera mantenido el calendario anterior y el nuevo líder hubiese sido coronado en el congreso del partido 'Tory', en octubre, prácticamente no hubiera tenido más opción que pedir la prórroga automática del plazo de salida a Bruselas nada más llegar al poder, o arriesgarse a una crisis constitucional.
Menos campaña
Sin embargo, las quejas se sucedieron entre los candidatos menos conocidos, que apenas tendrán margen para recabar apoyos entre los diputados. De hecho, dos de ellos renunciaron a sus campañas al poco de conocerse las fechas.
Los beneficiados, en este caso, son los favoritos que ya tienen muchos apoyos cerrados dentro del grupo parlamentario. A la cabeza, el exalcalde de Londres Boris Johnson, que ayer advirtió a sus compañeros de que "el partido desparecerá si no hay Brexit en octubre", y prometió que no aceptaría una prórroga ni un segundo referéndum. "Necesitamos quitar el Brexit de enmedio para poder centrarnos en otros temas", concedió.
Detrás, dos 'brexiters' de pro como Jeremy Hunt y Dominic Raab luchan por ser la alternativa 'seria' al controvertido Johnson, mientras que Michael Gove, antiguo aliado del exalcalde, apuesta por ser el candidato de continuidad, más cercano a las tesis de May de mantener el acuerdo de salida actual.
Una elección sin mapas
Pero la carrera por el liderazgo puede verse sacudida por la gran incógnita de este jueves: una elección parcial en la circunscripción de Peterborough para elegir a un diputado, después de que la laborista que ocupaba su escaño, Fiona Onasanya, fuera expulsada del Parlamento tras ser condenada por obstrucción a la justicia.
Sin encuestas, nadie sabe lo que puede pasar en esta circunscripción, que solía alternar entre 'tories' y laboristas por un puñado de votos en cada elección. El Partido del Brexit espera mantener el impulso de la desintegración de los conservadores en las elecciones europeas y, quizá, obtener su primer escaño en Westminster. Mientras, los Liberal-Demócratas esperan hacer lo mismo a base de 'robar' votantes pro-europeos a los laboristas, y estos tampoco pierden la esperanza de mantenerse en cabeza en un mar de fragmentación.
Una victoria de los 'Brexiters' podría impulsar a los más radicales entre los 'tories', mientras que una victoria de los Liberales podría obligarles a replantearse las cosas: ¿y si la vía a la victoria está entre los votantes de centro-derecha que quieren seguir en la UE y que se están viendo expulsados de su partido de toda la vida? El futuro del Reino Unido puede depender de los resultados que se anunciarán el viernes.