El expresidente del BCE, Mario Draghi, ha aceptado este miércoles el encargo del presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, de intentar formar un gobierno de unidad nacional tras haber caído el encabezado por Giuseppe Conte. La noticia, que vuelve a suponer que se encargue formar gabinete en Italia a un tecnócrata, como ocurrió con Mario Monti en 2011, ha sido recibida con subidas en la bolsa de Milán y con una notable bajada en el rendimiento del bono italiano a 10 años.
Draghi ha aceptado el encargo "con reservas", una fórmula que le llevará ahora a abrir una ronda de consultas con los partidos políticos para tantear sus opciones y, llegado el caso, volver al Quirinale para formalizar su designación.
En unas primeras palabras, Draghi ha agradecido la "confianza", resaltando que Italia atraviesa "un momento difícil", marcado por una "dramática crisis sanitaria" con "graves efectos" sobre la vida de las personas y la sociedad y la economía en su conjunto.
El exbanquero central espera "una respuesta a la altura de la situación", para lo cual ha apelado a la "unidad" de todos los actores políticos y sociales con vistas a que pueda terminar conformando un nuevo gabinete capaz de resolver "problemas cotidianos", "relanzar" el país en términos económicos y combatir la pandemia de covid-19, entre otros desafíos.
Así, ha dicho que hablará con "gran respeto" con las fuerzas representadas en el Parlamento, "expresión de voluntad popular", aunque ya ha dejado claro que confía en que pueda haber "una respuesta responsable y positiva" al encargo de Mattarella, que finalmente ha desechado un gobierno político para apostar de nuevo por uno tecnócrata.
La reunión entre Draghi y Mattarella ha tenido lugar este miércoles a las 12.00 horas en el Palacio del Quirinal, después de que hayan fracasado las conversaciones para lograr un "Gobierno en mayoría" sobre la base de los partidos que apoyaban al Ejecutivo de Conte, todavía primer ministro en funciones.
La posición de los partidos
El exresponsable del BCE ya lleva por delante el 'no' de la principal fuerza en el Parlamento, el Movimiento 5 Estrellas (M5S). El líder del partido, Vito Crimi, ha dejado claro que "no votará por el nacimiento de un gobierno técnico presidido por Mario Draghi", por entender que debe designarse una administración "política", si bien no se descarta que algunos legisladores puedan desmarcarse de la línea general, informa Ep.
El Partido Democrático (PD), actual socio de coalición con el M5S, sí parece más abierto, atendiendo "al bien común del país", según su secretario general, Nicola Zingaretti, que no ha llegado a confirmar el 'sí' a Draghi. Tanto el PD como el M5S habían dado su apoyo a Giuseppe Conte y se habían manifestado en contra de convocar elecciones anticipadas.
En cambio, el ex primer ministro Matteo Renzi, líder de Italia Viva, ha llamado a "todas las personas de buena voluntad" a aceptar la propuesta de Mattarella, ya que considera que "es el momento de los constructores" para salir de la actual crisis política en el país transalpino, informa la cadena Sky.
Por su parte, el líder de la Liga, Matteo Salvini, ha dicho no tener "prejuicios" con Draghi -"si hace suyas nuestras propuestas para relanzar el país estaríamos felices"-, pero ha planteado que sería "mejor" convocar elecciones y evitar un escenario de interinidad que, en principio, se prolongaría hasta 2023.
Una postura similar ha planteado la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, que si bien ha insistido en su defensa de nuevos comicios, también se ha mostrado dispuesta a trabajar "por el bien de la nación", mientras que Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, sí vería con buenos ojos al antiguo presidente del BCE.
Conte queda relegado
Tras el colapso de la mayoría del Gobierno de coalición de Conte, la primera opción de Mattarella fue la conformación de un nuevo gobierno con los partidos que apoyaban a Conte, lo que encargó al presidente de la Cámara de Diputados italiana, Roberto Fico, quien ayer lamentó que "no ha registrado una voluntad unánime de dar vida a una mayoría".
El detonante de la crisis ha sido la división en el seno de la coalición gobernante -formada por Italia Viva, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el Partido Democrático (PD)- después de que las discrepancias en torno al destino de los fondos de recuperación europeos colmasen la paciencia del líder de Italia Viva, Matteo Renzi, que decidió el 13 de enero romper la alianza y sacar a sus dos ministras. El Gobierno de Conte quedaba así en minoría.
La opción de recurrir de nuevo a Conte era la favorita, aunque la prensa italiana ya se había referido a la posibilidad de que se plantee una Administración liderada por un tecnócrata, como ya ocurrió en 2011 con Mario Monti. Si no hay acuerdo, Italia se vería abocada a convocar elecciones anticipadas.
La convocatoria de Draghi para acudir esta mañana al Quirinal para reunirse con Mattarella ya estimulaba a primera al parqué milanés, cuyo índice de referencia, el FtseMib, se anotaba una subida del 2,2% tras la apertura de sesión, con fuertes avances del sector bancario.
En concreto, los títulos de Intesa Sanpaolo y Unicredit avanzaban un 4,63% y un 4,60% antes de cumplirse la primera hora de negociación, con Mediolanum subiendo un 4,7% y BPM un 3,96%, mientras que las acciones de Mediobanca se anotaban un alza del 3,47%.
Del lado de la deuda italiana, el bono a 10 años se despertaba con un rendimiento del 0,651% y tras comparecer Draghi se ha situado en un 0,581%, una caída de más del 10%.
¿Qué esperan los mercados de Draghi?
En opinión del economista de Vontobel AM Reto Cueni, la confirmación de Draghi como primer ministros marcaría un cambio hacia una postura más pro-UE y pro-euro en Italia: "Esperamos que los mercados reaccionen positivamente a la noticia y que el mercado de renta variable italiano gane y los diferenciales de los bonos entre Italia y Alemania se reduzcan aún más".
"Las posibilidades de que Mario Draghi se convierta en el jefe del 132º gobierno en los últimos 160 años son bastante altas, ya que Mattarella descartó casi categóricamente la celebración de elecciones anticipadas y también el incentivo para que los diputados vayan a nuevas elecciones es bajo, ya que los escaños de ambas cámaras se reducirían en aproximadamente un tercio", añade Cueti.
No obstante, desde Vontobel AM advierten de que "sigue existiendo un riesgo no despreciable de que el partido más fuerte del Parlamento italiano no ceda sin que se produzca una escisión interna que empiece a manifestarse en los medios de comunicación italianos. Muchos diputados de M5S tendrán dificultades para conciliar un presidente del BCE establecido al frente de la coalición de gobierno que lideran con su electorado antisistema".
Vontobel AM: "Un gobierno bajo el mando de Mario Draghi representaría un claro impulso contra el aumento de las fuerzas escépticas de la UE y del euro en Italia"
Incluso si se pudiera encontrar un nuevo socio de coalición en forma de Forza Italia, el partido del exprimer ministro Silvio Berlusconi, la nueva coalición necesitaría que algo más de la mitad de los diputados del M5S votaran a favor de Draghi y de la nueva coalición de gobierno. De lo contrario, la segunda fuerza del parlamento, el partido euroescéptico y de la UE, la Liga, tendría que apoyar al gobierno, pero también este partido podría rehuir de respaldar públicamente a un gobierno de Mario Draghi, a menos que se abstenga de votar en contra.
Sin embargo, Cueti sigue pensando que "las probabilidades están a favor de Mario Draghi y del impacto potencialmente positivo en los mercados". "Un gobierno bajo el mando de Mario Draghi representaría un claro impulso contra el aumento de las fuerzas escépticas de la UE y del euro en Italia", apostilla.