
Acción, reacción. Así funcionan de manera sistemática desde hace meses las relaciones entre Estados Unidos y China, las dos mayores potencias económicas del mundo. Y hoy no ha sido menos. Primero, el país norteamericano ha actuado: ha ampliado su 'lista negra' de compañías con 28 firmas de su mayor 'rival' comercial, en la que ya está incluida desde mayo el gigante tecnológico Huawei. Después, el gigante asiático ha reaccionado: ha advertido que habrá represalias si no se corrige "inmediatamente el error".
"Estad atentos", ha alertado este martes a los periodistas Geng Shuang, portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores, durante una rueda de prensa rutinaria.
Shuang, al ser preguntado por la reciente decisión del Departamento de Comercio de EEUU de incluir a otras 28 compañías chinas en su "lista de entidades", lo ha calificado de "error".
"Urgimos a Estados Unidos a corregir inmediatamente su error"
"Urgimos a Estados Unidos a corregir inmediatamente su error, retire la relevante decisión y deje de interferir en los asuntos internos de China", ha declarado a la prensa el portavoz, según recoge Bloomberg.
La decisión del Gobierno norteamericano se ha basado en presuntos abusos contra los uigures y otras minorías musulmanas que las 28 compañías ahora incluidas en el listado han cometido en la región china de Xinjiang. Geng Shuang ha negado estas acusaciones.
"China continuará tomando medidas firmes y contundentes para salvaguardar los intereses nacionales de soberanía, seguridad y desarrollo de sus intereses", afirmó tajantemente el portavoz chino.
Entre las firmas sancionadas por el Departamento de Comercio norteamericano, hay empresas como Hikvision, Dahua Technology o Megvii Technology, dedicadas a la tecnología de reconocimiento facial, como informa EFE.
Pasar a formar parte de la 'lista negra' prohíbe a estas empresas comprar piezas o componentes de compañías norteamericanas sin la aprobación del gobierno de Estados Unidos.
Pocos días para negociar
Estos nuevos 'roces' y cruces de acusaciones entre las dos mayores potencias del planeta se producen apenas tres días antes de que las delegaciones de ambos países se reúnan en Washington 'cara a cara'. Estas reuniones al más alto nivel diplomático, si nada cambia, se producirán los días 10 y 11, es decir, el jueves y viernes.
Los analistas llevan esperando desde hace semanas estos encuentros. Son los primeros que se producirán en persona entre los equipos negociadores de Estados Unidos y China desde finales de julio y, más importante, desde la escalada arancelaria que se vivió a mediados de agosto.
Sin embargo, distintas informaciones enfrían las expectativas al apuntar a que el gigante asiático es reacio a tratar cualquier aspecto en las conversaciones que pueda afectar a las reformas estructurales de su economía. "Un acuerdo a gran escala durante esta semana está totalmente descartado", aseguraba ayer Bloomberg. Así, se da por hecho que China ya solo aspira a un acuerdo de mínimos.
Tal y como recuerdan desde Renta 4, si China y EEUU no llegan a un acuerdo (aunque sea de mínimos) esta semana, el día 15 se elevarán los aranceles norteamericanos sobre del 25% al 30% a importaciones del gigante asiático por 250.000 millones de dólares. En un principio, estas barreras iban a entrar en vigor el 1 de octubre, pero el Gobierno norteamericano decidió retrasarlas.
Asimismo, Bloomberg informa este martes de que la Casa Blanca ya está pensando distintas acciones para llevar a cabo si no se alcanza ningún tipo de pacto y se produce un nuevo incremento de la tensión comercial con China. En concreto, el Gobierno de EEUU estaría estudiando limitar el número de acciones de compañías chinas en sus fondos de pensiones.
Una posible acción similar a la expulsión de las firmas de China que cotizan en la bolsa de Nueva York con la que se rumoreó a finales de septiembre, y que el Ejecutivo norteamericano desmintió que se planteara.