
Ismael Clemente, CEO de Merlin, ha sabido jugar muy bien sus cartas para ganar la primera batalla al Santander, principal accionista de la socimi con el 22,2% del capital. El directivo sacó la artillería pesada ante la intención de Javier García-Carranza, número tres de la entidad y presidente del Consejo de la inmobiliaria, de cesarle de su puesto, y contrató al bufete De Carlos Remón, según El Confidencial.
Este es un movimiento estratégico frente a su oponente ya que se trata del mismo despacho que acaba de asestar un golpe importante al Santander al ganar la demanda presentada por Andrea Orcel, al que la entidad tendrá que pagar 68 millones de euros, según la sentencia-que no es firme- del Juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid. Además, el mismo despacho representa a Felipe Benjumea, expresidente de Abengoa, en la reclamación de 1.000 millones de euros que presentó contra la entidad cántabra y el HSBC, y que en primera instancia ha ganado el banco.
Al ir de la mano del letrado Álvaro Remón, socio del bufete que ha llevado personalmente el caso Orcel, Clemente dejó muy claro que no se iba a rendir ante la ofensiva del Santander. Pero lo cierto es que la batalla no se libró únicamente entre las cuatro paredes en las que el consejo, formado por 13 miembros, celebró el lunes la reunión extraordinaria, ya que desde fuera llegaron refuerzos. Así, el apoyo de los fondos institucionales a Ismael Clemente tuvo un papel relevante a la hora de decantar la balanza entre los consejeros independientes, que ocupan siete sillas en el órgano de control de la socimi.
Los mercados lo tienen claro
La opinión del mercado sobre la posibilidad de que Clemente, alma máter de Merlin, saliera de la compañía también fue clara, ya que la sesión del lunes se cerró con un desplome de los títulos del 6,3%, lo que supone su mayor caída en una sola sesión desde mayo de 2020.
Tras conocerse que finalmente en las más de tres horas de reunión García-Carranza y Clemente han logrado firmar una tregua y el directivo extremeño seguirá al frente de la dirección de la socimi, la cotización de Merlin en la jornada del martes recuperó la calma, hasta tal punto que cerró la sesión de ayer como uno de los valores más alcista del Ibex, solo por detrás de IAG. Concretamente, los títulos de la firma patrimonialista despuntaron un 4,2% hasta los 9,35 euros.
A la fuerza del mercado y de los inversores se unió la cúpula directiva de Merlin y la plantilla, que cerraron filas a favor de Clemente mostrándole de forma pública su "apoyo incondicional". Así lo hicieron saber al Consejo en una carta firmada por todos los directivos y por 185 empleados. Este respaldo de la plantilla de compañía hacia Clemente hacía esperar que si este era cesado de su cargo Merlin presenciaría probablemente en los próximos días una importante fuga de talento, ya que parte del equipo directivo podría dimitir para dejar la compañía junto a Clemente, ocasionando así un importante agujero en la operativa de la socimi.
El Consejo de Administración ha "adoptado por unanimidad el acuerdo de iniciar un proceso de reforma de la gobernanza"
En esta misiva, encabezada como "No al feudalismo corporativo", la cúpula directiva aseguraba que "Merlin no se merece comportamientos abusivos y feudales por parte de accionistas minoritarios que pretenden ejercer el control mayoritario hurtando al resto de accionistas su participación en la toma de decisiones, ahorrándose de esta forma el pago de la prima correspondiente". Si algún accionista desea controlar Merlin habrá de formular la correspondiente oferta pública y pagar al resto de accionistas el valor justo de mercado".
Tras estas acusaciones, el resultado de la reunión fue una comunicación a la CNMV en la que se anunciada que el Consejo de Administración había "adoptado por unanimidad el acuerdo de iniciar un proceso de reforma de la gobernanza, con el objetivo de mejorar la misma en interés de Merlin y de todos sus accionistas".